Como primera cura, puede estar bien, pero las medidas que ayer tomó Sanidad para sacar del atasco a los hospitales aragoneses (sobre todo de Zaragoza) no dejan de ser parches: suspender 29 operaciones programadas. De esas que los pacientes esperan tiempo y tiempo y casi no llegan. Y que generan listas de espera... Es cierto que dada la saturación y la grave situación puntual, algo hay que hacer, pero sigue faltando personal, a pesar de que se hayan ampliado algo las plantillas, y material, aunque sea un «problema logístico», que dice el consejero Celaya. Hace falta un planteamiento global, una planificación mejor que la actual, una buena organización de plantilla y material y educación ciudadana. Pero para ya mismo.