Entretanto, Rajoy y sus chicas/os, intentan atar lo que les conviene. La oposición, la sociedad civil organizada y los posibles perjudicados por el goteo de decisiones de última hora deberían estar muy atentos a las jugadas. Y no siempre es así. Hace poco se intentó aprobar in extremis prorrogar la vida operativa de la central nuclear de Garoña, en la cabecera del Ebro, y aquí nuestros jefes ni respiraron. Curioso: asuntos de gran calado resbalan por el segundo o tercer plano de la actualidad, mientras acontecimientos anecdóticos abren telediarios y promueven enormes debates sociales en los medios y las redes.

Bueno, pero hoy quiero hablarles de cómo el Ministerio de Empleo y Seguridad Social se ha dirigido a los pensionistas para anunciarles que sus ingresos van a verse incrementados (de manera lineal) en un 0,25%. Con una desfachatez impresionante, Fátima Báñez aprovecha la ocasión para largarles a los beneficiarios una misiva que es puro argumentario pepero. La carta asegura que España "está superando una de las crisis más graves de nuestra historia democrática". "Hemos logrado --dice el panfleto pagado por los contribuyentes-- evitar el rescate de nuestra economía, hemos conseguido poner en orden las cuentas públicas y, lo más importante, hemos vuelto a crecer y crear empleo".

Más aún. Tras insistir en lo del crecimiento, se asegura que ya se han recuperado "más de un millón de empleos destruidos por la crisis". Y, claro, éste es "el mejor seguro para garantizar el futuro de nuestro sistema de pensiones". Moraleja: "Queda mucho por hacer. Es necesario consolidar estos avances (...) para que la recuperación llegue a todos y podamos disfrutar de mayores subidas de las pensiones en el futuro". Chupaos esa.

Lo que no explica doña Fátima es que se ha gastado la mitad del fondo de reserva de la Seguridad Social (fondo que, a este paso, no durará ni cuatro años más), que los nuevos empleos (muchos menos de un millón, por supuesto) cotizan una miseria y que, en este plan, el actual sistema público de pensiones es insostenible. Éstos no dicen la verdad ni en funciones.