La ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, participó ayer en Zaragoza en la Comisión de Seguimiento del Pacto del Agua, un órgano ante el que quizá pudo sentirse satisfecha al asegurar que 100 de las 146 obras recogidas en el mismo están terminadas, licitadas o en tramitación. Incluso que de los 26 embalses en los que se trabaja actualmente en España, 12 están en Aragón. Pero pese a la importancia de esos hechos, destacó ayer su nula aportación a un compromiso que adquirió ya el pasado octubre: la búsqueda de soluciones a la contaminación por lindano del río Gállego. El riesgo medioambiental es de tal magnitud que sorprendió -- también a la oposición-- que no aportara ni plazos ni presupuesto para emprender las medidas que sean necesarias. La ministra no concretó, simplemente aclaró que antes de finalizar el año se licitarán las obras para reforzar los abastecimientos de los pueblos afectados. Se refugió en la coordinación necesaria con el Gobierno aragonés, pero las semanas pasan y la contaminación sigue dando muestras de no estar --ni mucho menos-- controlada. Su compromiso debe ser mayor.