Un total de 62 niños del barrio zaragozano de Rosales del Canal tendrán que salir de su distrito para ser escolarizados a casi cinco kilómetros de sus casas por falta de plazas en los centros que le serían propios. Uno de los grandes éxodos escolares de la ciudad. La directora provincial, el director de Ordenación Académica, Marco Rando y --en última instancia-- la propia consejera, Dolores Serrat, se pueden apuntar el triste récord en Zaragoza. Se han publicado --y, por supuesto, la DGA dispone de ellas-- las proyecciones de necesidades escolares en los nuevos barrios de la ciudad, el sur en especial. Los niños no aparecen como setas de un día para otro. Y la obligación de los gestores educativos es prever esa evolución y dotar a las respectivas zonas de los centros necesarios para cubrir las necesidades. O hacerlo mal, como ahora.