En el Real Zaragoza no hay días tranquilos. Ahora la Justicia ha desmontado todos los argumentos de la sociedad anónima y ha declarado nulo el ERE por el que 183 trabajadores del club fueron suspendidos. No se necesitaba externalizar sus empleos, no se han ahorrado gastos y ahora la salida es complicada. Porque la tesorería zaragocista no aguanta unas indemnizaciones por tantos despidos improcedentes. El club está valorando recurrir porque no le gusta la readmisión, pero lo estudia. En cualquier caso es necesaria una solución rápida porque el club no aguanta más sobresaltos de estos.