La dimisión de los jefes de los servicios de Medicina Interna de los hospitales Miguel Servet y Clínico de Zaragoza ha abierto un cisma en la sanidad aragonesa. Las desavenencias de ambos responsables con el departamento de Sanidad están detrás de estas marchas. Una tensión que ha ido en aumento en los últimos meses por disminución de camas y anuncios de ingresos domiciliarios que supondrían una carga añadida a dos servicios cada vez más exigidos.