El AESPA, Acuerdo Económico y Social para el Progreso de Aragón firmado en 2008 por CCOO, UGT, CREA y CEPYME con el Gobierno de Aragón, termina su vigencia a finales de 2011. Este acuerdo fue negociado cuando la crisis todavía no se había instalado en nuestra comunidad autónoma. Aragón vivía bajo el influjo de la Expo y no se sospechaba la gravedad y duración de lo que se nos venía encima.

La dinámica fluida del diálogo social entre los agentes sociales y el Gobierno PSOE-PAR, permitió tomar medidas como: comprometer en mayor medida al sistema financiero aragonés en los problemas de financiación de las pequeñas y medianas empresas, simplificar trámites administrativos, realizar actuaciones para una mayor internacionalización de las empresas o una mayor flexibilidad al Ingreso Aragonés de Inserción que pudo dar mejor respuesta a una mayor demanda de protección social. Sin embargo se trabajó más en el desarrollo de la parte más "clásica" del acuerdo, tanto en la consolidación y desarrollo de ámbitos de participación, como en la puesta en marcha de programas de actuación.

ASÍ EN MATERIA social, pudimos realizar un mejor desarrollo de la Ley de Dependencia y ante la negativa del Gobierno al compromiso de establecer la Renta Básica, conseguimos flexibilizar los márgenes del Ingreso Aragonés de Inserción para dar cabida a más personas con recursos escasos o sin ellos.

El AESPA nos posibilitó un trabajo consensuado en prevención de riesgos laborales a través de programas de actuación, que culminó con la aprobación de la Estrategia Aragonesa de Seguridad y Salud en el Trabajo 2010-2014 en el Consejo Aragonés de Seguridad y Salud en el Trabajo. La evolución de la siniestralidad en nuestra comunidad ha ido disminuyendo. De enero a noviembre de 2010-2011, se ha producido una descenso de 1,62 puntos en los afiliados a la Seguridad Social, mientras que la caída de siniestralidad ha sido del 7,70%.

El Observatorio de Medio Ambiente ha contado con una participación activa de los firmantes del AESPA en políticas medioambientales y ha consensuado el desarrollo de interesantes trabajos en depuración de aguas, riesgos químicos, tratamientos de residuos o movilidad sostenible.

La gestión tripartita y paritaria de agentes sociales y Gobierno del Instituto Aragonés de Empleo, ha permitido ir acercando las políticas activas de empleo y formación a las necesidades del momento. Hemos buscado una mayor utilidad tanto para la empleabilidad de los trabajadores como para las necesidades de las empresas, sin dejar de mirar hacia el futuro de una mejora de nuestro sistema productivo; aún quedando mucho recorrido, algo hemos ido avanzando estos años.

Sin embargo, el Gobierno Aragonés ha adolecido de insuficiencia en iniciativas contra la actual coyuntura y, aún siendo conscientes de los márgenes de maniobra que tiene un gobierno autonómico, hemos reivindicado un mayor compromiso del sector público en sumar fuerzas contra la crisis y sus efectos, marcando como prioridad el gasto social y la inversión productiva, como fórmula de creación y mantenimiento de puestos de trabajo.

Nos hemos encontrado con unas políticas económicas que han priorizado la reducción del déficit público al desarrollo económico y el empleo. Para CCOO Aragón, la lucha contra el exceso en el déficit presupuestario y el mayor endeudamiento público, no pasaba por reducir la inversión pública drásticamente, sino por garantizar suficiencia en los ingresos por la vía fiscal, apurando más los márgenes que tiene el gobierno autónomo. Estas medidas han frenado el impulso de las políticas económicas también en Aragón.

En definitiva, el último AESPA ha funcionado de forma razonable, mejorando a las anteriores ediciones y demostrando gran utilidad, en aquellos apartados con mayor recorrido y con cauces de participación más consolidados. Y esto no es poco en los tiempos que corren. Pero no ha estado llamado, por su contenido y ámbito, a jugar un papel decisivo en la salida de una crisis de dimensión mundial y de duración todavía imprevisible.