Las recientes elecciones municipales y autonómicas están teniendo algunos y --creo--, sintomáticos efectos en el espectro político del centro--derecha.

El flojo resultado y la espantá de Luisa Fernanda Rudi en la misma noche electoral del pasado 24 de mayo, saliendo de la plaza, en vez de por la puerta grande, como esperaba, camino de la enfermería de resultas de una seria corná, ha dejado descabezado el cartel popular y en el aire la terna para la próxima feria.

En la misma lidia, otro maestro, el aragonesista Arturo Aliaga, del que se esperaba, con suerte, diera la vuelta al ruedo sin demasiados pitos, cortó una oreja y a punto estuvo de alzar en triunfo el par.

En cuanto a la tercera en la brega, la debutante Susana Gaspar, de Ciudadanos, asombró al respetable haciéndose con cuadrilla o grupo propio en el coso de La Aljafería.

Ámbito de poder y taurinas y oratorias filigranas donde la oposición a Javier Lambán va a estar compuesta, en principio, por tres partidos: PP, PAR y C's.

El Partido Aragonés tiene muy difícil volver a aliarse o a gobernar con los socialistas, como ya hizo, y largamente, en la época de Marcelino Iglesias.

El diestro de Bonansa prefería el mano a mano a las ternas, y cuando intuyó que con José Ángel Biel, otro matador de la tierra, podía brillar tanto en plazas capitales como en capeas, lo mismo en grandes carteles que en vaquilleros festejos no quiso más espadas que ese par, teniendo siempre a mano el descabello para apuntillar novillos con derrota en el pitón izquierdo.

Por el derecho, Biel toreaba al natural, haciendo dibujar círculos sobre la arena al noble astado de la ganadería de Aznar, no tan manso y ojibizco, llevándolo a las tablas y aturdiéndolo con arte de estatuto hasta relajarlo.

Pero a Rudi la subieron a un jaco rejoneador, Iglesias se fue al Senado a torear de salón y la faena cambió de tercio. En la última temporada, Biel ya no recibía a puerta gayola, sino más bien mordía el capote en el burladero, observando a las nuevas cuadrillas y a los espontáneos que saltaban al ruedo, y viendo despejarse las gradas de fervor y de público.

De las ternas en La Aljafería, PSOE--Podemos--Chunta, por un lado; PP--PAR--C's, por otro, vamos a ver cuál entiende mejor la lidia. No a todos les gustan los toros, pero la política una jartá.