Que la Guardia Civil haya interceptado a su paso por Teruel dos camiones con inmigrantes ocultos en su interior en solo tres semanas solo puede indicar que la A-23 se ha convertido en vía de paso de una red de tráfico de seres humanos. El hecho de que la Benemérita comience a realizar controles de camiones es porque se tiene la sospecha de que las mafias están cambiando las rutas habituales para pasar a refugiados sin papeles hasta Inglaterra o Alemania, vía Francia. Pero esa ruta que pasa por Teruel está poniendo el peligro la vida de los refugiados, en su inmensa mayoría musulmanes de Irak, Siria o países árabes de la zona, que son rescatados en algunos casos en un lamentable estado de salud.