Hay pequeñas obras cuya oportunidad desborda su presupuesto. Por ejemplo, el ascensor instalado para comunicar la calle con el hall del hospital Miguel Servet. Una inversión ajustada (80.000 euros) que va a mejorar la accesibilidad en el primer hospital de Aragón y va a ser la antesala de otras intervenciones pactadas entre los colectivos de la discapacidad y la administración. La transformación no siempre es grandilocuencia: está en el detalle.