Cuando finalicen las obras de la línea 1 del tranvía, Zaragoza no solo va a recuperar un sistema de transporte colectivo ecológico y vertebrador, también va a ser el catalizador de la transformación de un eje viario que se había quedado anticuado. El arquitecto Iñaki Alday aseguraba ayer en este diario que va a suponer la recuperación para el peatón de muchas zonas, entre ellas la plaza San Francisco, un enclave que pocos ciudadanos son capaces de describir más allá del monumento de Fernando el Católico Habrá que esperar al resultado.