El consejero de Obras Públicas, Javier Velasco, ha dado un buen meneo al organigrama de su departamento aprovechando que su número dos ha dejado el cargo para sustituir a Andrés Cuartero al frente de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad. En principio, un relevo parcial no debería comportar grandes movimientos en un departamento tan complejo, pero, por lo que se ve, el nivel de fermentación que existe en la consejería de Velasco aconsejaba prescindir de algunos nombres --Guía, por ejemplo, que ha sido defenestrado-- y rodearse de próximos, que es una forma de fortalecerse frente a envites presentes y futuros. Velasco tiene muchos frentes abiertos --los encontronazos con el Ayuntamiento por el convenio del AVE y las exigencias de la Plataforma Logística, entre otros--, y no estaría de más que de vez en cuando saliera a la superficie para explicar los problemas, aunque mantenga su empeño de lavar en casa los trapos sucios.