La Asociación Profesional de Profesores de Religión de Centros Estatales y hasta los obispos de las diócesis aragonesas tienen previsto llevar ante los tribunales la decisión del Gobierno autonómico, a través del Departamento de Educación que dirige Mayte Pérez, de reducir el horario de las clases de Religión a la mitad. En el BOA se acaba de publicar que entrará en vigor el próximo mes de septiembre. Tratan, como ya ocurrió con Bachillerato, de frenar cautelarmente la aplicación de la propuesta. El camino jurídico está para acudir a él si algún colectivo considera lesionados sus intereses o en contradicción con la legislación vigente, pero las iniciativas políticas también tienen la obligación de incidir en las directrices educativas que consideran adecuadas. Y el debate sobre la religión en horario escolar no está ni mucho menos cerrado.