El comienzo de la temporada de esquí en las estaciones aragonesas (esencialmente en las del Pirineo) coincide con uno de los puentes más estratégicos del año y con una innivación apta para la práctica de los aficionados. Es importante el arranque de la campaña porque supone un impulso económico muy destacado en las cuentas del sector, en las que se han realizado fuertes inversiones. Las repercusiones sobre el mercado de trabajo dan cuenta de que por cada empleo directo se generan 16 indirectos. La nieve es un cultivo estacional, pero trascendental en el PIB turístico.