El presidente venezolano, 3Hugo Chávez tiene una cuenta verificada en Twitter --@chavezcandanga-- que utiliza, como el programa de televisión Aló, presidente, para explicar su revolución bolivariana de tú a tú con el desparpajo de la barra del bar, y también con la altivez endiosada de aquel que dice o promete conceder todo lo que se le pide: vivienda, trabajo, transporte... Lo que haga falta. La lista haría saltar por los aires el disco duro de los Reyes Magos. El de @chavezcandanga, no.

Pero mientras HC no se calla, también en Twitter late un movimiento completamente contrario y que escapa a su control. Y es apasionante seguirlo. No se trata de una resistencia organizada al uso. Más bien, de centenares de personas --quizá miles-- enlazadas por un mismo clamor: libertad y auténtica democracia para Venezuela. Sus mensajes en una botella, alguno sobrecogedor, ponen en duda la doctrina oficialista. Hablan de nacionalizaciones sistemáticas, presos políticos, censura, jueces inhabilitados, detenciones, autoritarismo... Esos tuits asustan, emocionan e incluso animan a soñar con una revolución tuitera. ¿Por qué no? Venezuela irá a las urnas en el 2012.