El mago Biel ejecutó antes de retirarse de la pista su último truco. Él inspiró el regate táctico: primero, se amagó con entregar la presidencia de la Diputación Provincial de Teruel al PSOE, lo que dejó al PP atacado de los nervios; segundo, se ofreció a los conservadores una salida a la contra (cualquier cosa será mejor que dejar ganar al adversario); tercero, se lanzó el ultimátum definitivo en plan esto son lentejas... Y, ¡abracadabra!, el PAR se hizo con la DPT apoyado (quieras que no) por los populares. Pero... ¿no habían proclamado unos y otros la preminencia de los más votados? Sí, más ya sabemos cómo es la magia. Se aprovecha la distracción del público para pegar el cambiazo.

Echaremos de menos a don José Ángel. Un tipo tan peculiar, que ha sido capaz de manejar la provincia de Teruel (y en muchas ocasiones Aragón al completo) tirándose faroles y apostando al filo de lo imposible (con el dinero de todos los aragoneses, se comprende), es irrepetible. Mejor así, pensarán algunos, porque no nos podríamos permitir otro como él. Pero verle jugar guardándose los ases en la manga ha sido todo un espectáculo.

Y los demás, pactando también. Con streaming o sin él. Con demasiado teatro, demasiadas poses para la galería y muy poca precisión. El jueves, Echenique todavía situaba en los sueldos de los altos cargos del Gobierno aragonés y en el modelo de radiotelevisión pública los principales escollos. Lo de la tele parece lógico (aunque nadie pensaría que ese es un asunto capital); lo de los famosos sueldos carecía por completo de fuste. El salario de los jefes (en general normalito) ni es ni nunca ha sido un problema. La corrupción no está ahí sino en las adjudicaciones, las contratas, las subvenciones... ¡las comisiones! En fin, el argumentario de Podemos es aún escaso y poco anclado con la realidad de la gente y de las administraciones. Ya aprenderán (si quieren).

El viernes, PSOE y CHA hablaban a su vez. Se atrancaron con el himno de Aragón. Como el actual es un bodrio que nadie conoce ni a nadie emociona, los aragonesistas prefieren el Canto a la libertad de Labordeta. Aunque claro, tampoco ese es un tema que vuelva loca a la ciudadanía.

Mientras, el PSOE libra una de esas batallas internas que suelen producirse cuando hay cargos a repartir. ¿Es consciente Lambán de todo lo que se juegan él y su partido en el próximo envite? ¿Será capaz, por un momento, de abandonar sus filias y fobias de apparatchik para consagrarse a organizar un Ejecutivo sólido y bien preparado? A saber.

Al final, el todavía Gobierno de Aragón en funciones se despidió a lo borde, sustituyendo la apertura veraniega de los comedores escolares por un sistema infumable y absurdo, un insulto a las familias necesitadas. Adiós pues, Luisa Fernanda.