Una cuestión que me genera gran preocupación es la inexistencia en España de "un proyecto colectivo solidario e ilusionante" en la mayoría de la ciudadanía, algo básico para cimentar una gran nación". Nos decía recientemente en este mismo periódico José Ramón Villanueva, que ya Ortega y Gasset en su España invertebrada, libro publicado en 1921, destacaba que lo que mantiene a las naciones unidas es la existencia de "un proyecto sugestivo de vida en común" ya que "los grupos que integran un Estado viven juntos para algo: son una comunidad de propósitos, de anhelos, de grandes utilidades. No conviven por estar juntos, sino para hacer algo juntos". Así acontece en Francia, Alemania o Dinamarca. En cambio, por mucho que lo intento ese proyecto de vida en común sugestivo, solidario e ilusionante en España yo no lo encuentro. Observamos presidentes de comunidades autónomas, que van a lo suyo, sin importarles los problemas del otro. Reducen impuestos para atraer las inversiones de la comunidad vecina. E incluso, algunos quieren soltar amarras y navegar solos en su propio navío. Lo que supone el incumplimiento del artículo 138.1 de la Constitución.

Por otra parte, hoy constatamos que la salida de esta crisis se proyecta por nuestra clase política dirigente de una manera insolidaria, ya que los sacrificios recaen sobre la gran mayoría, mientras que a una minoría no solo no se le hace partícipe, todavía más, saca grandes beneficios de ellos. 17 millones de trabajadores sometidos a una Reforma Laboral que nos retrotrae a una situación sociolaboral semejante a la de los inicios de la Revolución Industrial, y 6 millones de parados con unas prestaciones por desempleo cada vez más reducidas, que propician una devaluación salarial, de la que se beneficia la clase empresarial. 9 millones de pensionistas con unas pensiones cada vez más reducidas, al desvincularse de la evolución del IPC para potenciar los planes de pensiones privados, en beneficio de la banca. En contraposición, en los nueve primeros meses de este año, el Banco de Santander ha incrementado sus beneficios en un 75%; el Banco Bilbao Vizcaya en un 86%; el Banco de Sabadell, en un 105%; Bankinter, en un 115%, y Caixabank, con un 165 %. Por ello, Emilio Botín afirma que "vivimos en un momento fantástico, que llega dinero por todas partes".

El pasado día 31 de octubre en el debate sobre el Proyecto de Ley reguladora del factor de sostenibilidad y del índice de revalorización del sistema de pensiones de la Seguridad Social --la denominación está muy bien elegida, además de robarnos el dinero y las ilusiones, también nos roban el diccionario-- el diputado de Amaiur Cuadra Lasarte le replicó a la ministra Fátima Báñez "Usted hace pocas semanas afirmó que con la reforma de las pensiones en los próximos nueve años iba a conseguir ahorrar --utilizó usted esa palabra--, es decir, quitar de los bolsillos de los pensionistas, 33.000 millones de euros. En esos mismos días, el FROB, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, afirmó textualmente que de los 52.000 millones que se habían dedicado a reflotar, a sanear, a rescatar las cajas de ahorros nacionalizadas --Bankia, etcétera--, 37.000 eran irrecuperables. Es decir, las cuentas cuadran. Los 33.000 millones que se van a quitar de los bolsillos de los pensionistas se van a dedicar a rescatar esa banca, a meterlo en los bolsillos de unos pocos cientos de banqueros". Frente a 5 millones de pensionistas por debajo del umbral de la pobreza, el señor Goirigolzarri se ha jubilado con 52,4 millones de indemnización, el señor Alfredo Sáez con ochenta y tantos, y Ángel Corcóstegui, también del Santander con 108.

En la Junta de Accionistas del Banco de Santander, celebrada el 22 de marzo de 2013, Albert Sales miembro del Centro de Estudios por la Paz JM Delàs de Justícia i Pau, dijo: Como bien saben, el Banco Central Europeo otorga crédito a bajo interés a las entidades financieras privadas, con el objetivo declarado de "garantizar el flujo de crédito a la economía real" es decir, a empresas y familias. Es conocido, por ser un dato público, que el Banco Santander había recibido hasta finales de 2012, 62.608 millones de euros y que este banco dedicó durante 2011, 41.807 millones a comprar títulos de deuda pública. Es un negocio redondo y exento de riesgo, que para eso se reformó el art. 135 de nuestra Carta Magna.

Esta situación tan clara, la propicia nuestra clase política, subordinada y vendida al gran capital, del que recibe pingües beneficios con la financiación de los partidos políticos o puestos en los consejos de administración de las grandes empresas. Por ello, la pregunta que se hizo Manuel Azaña en una conferencia pronunciada el día 4 de febrero de 1911 en la Casa del Pueblo de Alcalá de Henares, titulada El problema español sigue vigente: ¿Vamos a consentir que la inmensa manada de vividores, de los advenedizos manchados de cieno usurpe la representación de un pueblo y lo destroce para saciar su codicia?

Por lo expuesto, estimado lector, tú mismo puedes valorar si mi preocupación expresada al inicio de estas líneas está justificada o no.

Profesor de instituto