Las dos citas electorales de mañana han de tener una influencia decisiva en la evolución de los acontecimientos a escala española, porque es en Galicia y el País Vasco donde Pedro Sánchez se va a jugar el tipo, donde Rajoy se reforzará (o no), donde Podemos volverá a pasar la reválida y donde Ciudadanos se hará humo. Y siendo ambos escenarios muy específicos y diferentes entre sí, lo que en ellos ocurra repercutirá inmediatamente en la compleja realidad nacional o estatal o como quieran llamarla.

En Galicia, lo que se dilucida es una descarnada confrontación del PP contra todos los demás. España pura y dura. O la gran derecha obtiene la mayoría absoluta, o pierde pie. De manera colateral, PSOE-PSG y En Marea (Podemos) andan a vueltas con el dichoso sorpasso. Feijóo, curándose en salud, insiste en la teoría de que gana el más votado, lo cual no es cierto por la simple razón de que nuestro sistema electoral no es mayoritario sino proporcional. Por lo cual su jefe y paisano, don Mariano, va por ahí desacreditando el posible pacto de los socialistas con morados y periféricos para desalojarle a él de la Moncloa, "aunque --agrega-- sea matemáticamente posible". Hombre... pues si cuadra "matemáticamente" y en cambio las cuentas no le salen a él, será porque las urnas así lo han determinado, ¿no?

Euskadi es otra cosa bien distinta. Está fuera de los promedios españoles. Ha capeado bastante bien la crisis. Es una de las regiones más ricas de Europa. Su tejido industrial reconvertido exhibe buena salud y el mayor factor I+D+i posible. Allí apenas se han producido escándalos políticos, y las sinergias entre el sector público y el privado (ambos muy potentes y en general bien gestionados) son fructíferas. El PNV lo tiene claro. Podemos se juega el sorpasso... a Bildu. Las perspectivas del PSOE no son buenas. Y el PP es una fuerza marginal.

Así que el lunes esto va a ser otra vez un laberinto de pasiones políticas. La conjura de los boyardos socialistas contra Sánchez estallará. Ojo pues, no se produzca algún cambio dramático y Rajoy se quede sin sus terceras generales. Con las ganas que tiene.