La decisión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de convocar de urgencia otra reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera para elevar hasta el 0,4% del PIB el objetivo de déficit de las autonomías a las que apenas una semana antes les marcó el 0,3%, ha causado, como poco, sorpresa. Las comunidades gobernadas por socialistas votaron en contra de la primera propuesta y quizá ahí pueda estar la explicación, en busca de un acercamiento. Para las propias comunidades, la flexibilización del déficit aunque sea de una décima, permite mejorar el equilibrio de sus cuentas, así que será bienvenida. Pero una modificación en tan corto espacio no deja de dar una señal de improvisación. Y ya son muchas.