El tramo de doble sentido de la N-232 en la Ribera baja del Ebro acumula un preocupante número de accidentes de gravedad ante los que no se puede permanecer impasible. Mientras en la Ribera Alta, entre Mallén y Figueruelas esperan que la licitación del tramo permita iniciar las obras cuanto antes, en la zona baja todavía habrá que esperar. Dos vecinos de municipios de esta zona, que necesariamente tienen que utilizar esta carretera en sus desplazamientos, están en la uvi por la colisión sufrida ayer. ¿Hasta cuándo?