Los calores del verano, ya se sabe, son dados a espejismos. Hemos sufrido consecutivas olas de calor que nos han hablandado hasta el cerebro; sobre todo a algunos políticos como al presidente Rajoy al insistir eufórico en la espectacular subida del empleo en España. Una mentira cíclica que se repite cada verano al contratarse estacionalmente camareros en la costa, incluso con contratos de fin de semana o de horas. España se ha convertido en un país de camareros, terrazas al sol y playas donde no cabe una aguja, como Benidorm. Esta es la imagen que nos ofrecen las televisiones una y otra vez. A veces me pregunto si no existen otros trabajadores en este país que no sean camareros, dependientas en las rebajas, y en verano barrigas y jubilados clavados en dos centímetros de playa disfrutando del sol de España. ¡Este es el despegue del empleo que nos lanza el presidente cada verano!: contratos basura, precarios, parciales y temporales, con sueldos de miseria.

Claro que no hay que olvidar que vender basura da mucho dinero. Y si no que se lo pregunten a Ana Botella, que antes de marcharse porque no le quedó otro remedio, firmó con FCC (Fomento de Construcciones y Contratas, empresa concesionaria de la recogida de basuras y limpieza de los principales ayuntamientos del país) la instalación de contenedores para tirar zapatos y ropa usada. Hasta aquí todo perfecto, pero a finales de agosto se desveló que la recogida y reciclaje de ropas usadas en varios municipios madrileños se convirtió en un entramado corrupto que llegaba a aprovecharse de los más necesitados. En conexión con la trama Púnica vendían su contenido a tiendas de segunda mano. Como se ha visto este verano, la ambición de los corruptos como el constructor Marjaliza, amigo del ex consejero Granados, no tenía límite, y entre la basura vislumbraron un negocio fácil para aumentar todavía más sus asquerosos beneficios. A esta gentuza le da igual rebuscar entre la basura que incentivar la construcción de colegios privados que luego sus amigos políticos declaran concertados para que su financiación la paguemos todos. En Aragón, aquí cerca en Cuarte, tenemos un ejemplo autorizado y promovido por la ex consejera Dolores Serrat.

Y dentro de los calores veraniegos, llevaderos en septiembre, la mejor noticia que hemos tenido mujeres y hombres (por supuesto que los incluyo) es la aparición de la viagra femenina. Un fármaco recién autorizado en los EEUU diseñado para subir la libido de las mujeres. Considerado por algunas como el mayor hito para la salud sexual femenina desde la píldora y por otras como un "afrodiasíaco mediocre con efectos secundarios que dan miedo". Bienvenida sea la pequeña píldora rosa, de la misma forma que la famosa pastilla azul fue bien recibida por miles de hombres con dificultades eréctiles. Todos sabemos que los medicamentos tienen efectos secundarios, hasta el ibuprofeno si se abusa sin control.

Periodista y escritora