El pasado 22 de octubre se produjeron en Aragón dos votaciones incomprensibles en las dos instituciones más importantes de esta tierra noble.

La primera, en el Ayuntamiento de Zaragoza y fue por la mañana. El PSOE se alió con PP y Ciudadanos (C's) para aprobar unas ordenanzas fiscales contrarias a las presentadas por el equipo de gobierno de Zaragoza en Común (ZeC). La propuesta de ZeC pretendía recaudar más ingresos en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) gravando a las grandes empresas y a los grandes comercios --a aquellos cuyo valor catastral superara los 750.000 euros-- y eliminando algunas deducciones en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) a aquellas empresas que facturasen más de un millón de euros. El PSOE, en alianza con PP y C's --me resisto todavía a llamarles tripartito-- impidió esta propuesta fiscalmente progresiva y políticamente progresista y mantuvo los tipos anteriores, evitando con ello que el Ayuntamiento de Zaragoza recaude la friolera de 9 millones de euros más, de quienes pueden pagarlos, para destinarlos a políticas sociales tan urgentes como necesarias.

Pero lo que me llama más la atención es esa alianza del PSOE con la derecha municipal en esta primera votación políticamente incomprensible.

La segunda se produjo en las Cortes de Aragón y fue por la tarde. Se discutía una Proposición no de Ley (PNL) presentada por Podemos en la que se instaba al Gobierno de Aragón a elaborar un plan de infraestructuras educativas 2016-2020 realizado con la mayor participación posible de toda la comunidad educativa. Esta participación le confiere al plan de infraestructuras un carácter novedoso que permitirá conocer todas las necesidades de construcción de nuevos colegios e institutos, así como de ampliación, reforma y mejora de los actuales. El segundo punto de la PNL instaba al Gobierno a recuperar en el presupuesto 2016, para este plan de infraestructuras, la cantidad del último presupuesto previo a los recortes, el de 2010, que actualizado al IPC consolidado de 2015 nos da una cifra de 37,9 millones de euros. A nadie se le oculta la tremenda necesidad de construcción de nuevos centros educativos públicos en Valdespartera, Arcosur, Miralbueno, La Azucarera, Parque Goya, Parque Venecia y Cuarte, dos nuevas Escuelas Oficiales de Idiomas y un nuevo Conservatorio Profesional de Música en la ciudad de Zaragoza así como innumerables ampliaciones, remodelaciones, obras de mantenimiento y mejoras de muchos centros aragoneses de las provincias de Huesca, Teruel y Zaragoza.

Pues bien, paradójicamente, la propuesta de Podemos contó con el apoyo de PP, C's y PAR y la abstención de PSOE, CHA e IU. Incomprensible.

Y es incomprensible porque todos los partidos políticos del ámbito de la izquierda llevaban en su programa electoral la recuperación en el plazo de uno o dos años de los presupuestos de educación, fuertemente recortados en la legislatura 2011-2015. Y es incomprensible que no apoyen una propuesta como esta, tan necesaria para la mejora de la enseñanza pública, unos partidos que en sus propuestas políticas dicen priorizar el modelo público. ¿Acaso han cambiado de posición? No lo creo, como tampoco creo que hayan olvidado su compromiso electoral de recuperación de los presupuestos de Educación. Creo más bien que es una simple cuestión electoralista la les ha impedido apoyar una excelente propuesta de Podemos, bien argumentada y aún mejor justificada. No me vengan los abstencionistas con argumentos de que el presupuesto aún no está confeccionado y puede condicionar otras partidas, porque serían excusas de mal pagador. Precisamente la PNL pretende condicionar el presupuesto introduciendo, antes de que se presente, partidas que son absolutamente necesarias. Y tampoco me vengan con que Podemos no quiere negociar el presupuesto. Claro que no va a hacerlo a puerta cerrada, pero sí va a influir en las Cortes para conseguir el mejor presupuesto para Aragón. Y esta propuesta en el tema de inversiones supongo que es una primera pildorita dentro del conjunto de propuestas educativas que con toda seguridad se seguirán planteando.

No entiendo el voto en esta PNL del grupo parlamentario del PSOE. Pero tampoco el de CHA salvo que, como partido en el Gobierno, comience a adoptar las posiciones sumisas que otrora tuviera el PAR, antes con el PSOE y después con el PP. Y mucho menos la posición de IU quien, a saber, de momento, no se le conoce ningún tipo de condicionantes que le obliguen a alinearse con PSOE y con CHA --al igual que en el ayuntamiento también me resisto a hablar de tripartito--.

No se vuelvan locos señorías y antepongan siempre las necesidades de la gente.

Profesor y abogado