Le ha costado al PAR cinco años salir de su error, pero por fin un alto cargo de este partido, Arturo Aliaga, ha dado por finalizado el proyecto de Gran Scala. El secretario general de la formación, consejero de Industria en el Gobierno de Rudi, dice que el plan está muerto. Ahora bien, sigue en vigor la ley de centros de ocio de alta capacidad que daba barra libre a unos empresarios tan vivos para afincarse en Aragón con todas las prerrogativas. Sería elegante que el propio PAR, vía proposición, iniciara el trámite para derogar ese engendro legal fruto de la ensoñación de quien veía gigantes donde no había ni molinos.