Como si de una estación alpina se tratara, el aficionado puede calzarse los esquís y deslizarse por sus laderas hasta el pueblo. Es ideal para dar los primeros pasos, con una zona, la de Petrosos, que concentra siete cintas para calzarse las tablas por primera vez y comenzar a soltarse en el deporte blanco. Los amantes de los números encontrarán en ella también más de 1.100 metros de desnivel que hacer de un solo tirón, un descenso para poner a prueba las piernas del más ‘pro’ del esquí. Y dicen, quienes son amantes del freeride, que es espectacular y con unos paisajes impresionantes. Se trata de Panticosa, que forma parte de la estación Aramón Formigal-Panticosa, el dominio esquiable más grande de España.

Situado junto al pueblo que le da nombre, en este sector -unido diariamente y por medio de un autobús gratuito con Formigal-, el esquiador encontrará paisajes de ensueño para esquiar: entre lagos de montaña, disfrutando de una panorámica del valle de Tena impresionante y con descensos llenos de adrenalina.

Al centro neurálgico de Panticosa se accede a través de la telecabina. El remonte parte del mismo pueblo y llega hasta la cota 1900, donde se ubican siete cintas para que el aprendizaje sea más sencillo. Esto le confiere un aspecto familiar, un título que le han entregado sus propios aficionados a través de premios Ski The East Awards que organiza un conocido foro de esquí. Allí, además de esta zona de debutantes, está también Petroso Park, donde disfrutar de la nieve sin calzarse los esquís. Se trata de una zona habilitada para el alquiler y uso de raquetas de nieve, con las que dar paseos por los alrededores de la estación, y de trineos. Para que resulte más sencillo el ascenso, una cinta para subir hasta la parte superior y volver ¡a lanzarse!

Es esta zona de Petrosos el punto de partida para iniciarse en el esquí, pero la estación posee mucho más para la práctica con un kilómetros vertical, desde los 2.200 metros hasta el pueblo, situado a 1.145, y un buen número de pistas aptas solo para expertos.

Desde Petrosos parte el telesilla que conduce al valle de Sabocos, el más alto de la estación, un paraje en el que esquiar junto a las aguas de los ibones de Asnos y Sabocos, un valle con una panorámica espectacular de los pueblos de Tena. También es el punto de partida de una de las pistas más emblemáticas de la estación. Bautizada como Valle de Tena (solo apta para expertos), pero más conocida como la Bandera por la insignia que en lo más alto ondea es el punto de partida para hacer un descenso de 1.100 metros sin parar enlazando pistas de diversos niveles y llegar, como si de los Alpes se tratara, hasta el pueblo.

El último tramo es de Estrimal, una de las últimas pistas inauguradas en la estación de Formigal-Panticosa, un descenso rojo (difícil) que con algo más de un lustro permite descender hasta los 1.100 metros. Un moderno sistema de producción de nieve y su orientación hacen que incluso en abril -como ha ocurrido en las dos últimas temporadas- se esquíe hasta esta cota.

En la web Formigal-Panticosa encontrarán los aficionados todas las tarifas para esquiar en el valle de Tena. Desde 34,5€ encontrarán pases para deslizarse por las laderas de Panticosa, un pueblo también conocido desde los tiempos romanos por las singulares propiedades de sus baños, los del Balneario de Panticosa, un complejo rodeado de los tresmiles más occidentales del Pirineo.