Estiman los rectores zaragocistas que rebajar la actual masa salarial es prioritario, que deben recortar gastos en todas las áreas. Por ejemplo, abrir La Romareda cuesta alrededor de 7.500 euros por partido entre todo el personal contratado por el club para esos días en que el equipo juega de local. Es decir, control, tornos, seguridad, taquillas, mantenimiento...

La premisa es que ese gasto, una vez empiece a funcionar la externalización, se vea recortado a unos 5.000 euros, incluso algo menos. Una rebaja considerable en todo caso.

Dos ejemplos

Al final, el Zaragoza avisa que todo es cuestión de forma de funcionamiento. El Eibar, que está en Primera División tras su ascenso en el curso pasado, tiene a solo 25 personas en plantilla y el Sabadell, que pasó hace tres semanas por La Romareda, solo 17. Es obvio que nadie entre los nuevos rectores de la entidad quiere comparar el caso del Zaragoza con esos clubs, ambos con mucha menos historia y menor repercusión social.

Sin embargo, aseguran los dirigentes zaragocistas que se puede entender que el club tenga, por ejemplo, el doble o el triple de contratados que el Eibar, pero no una diferencia tan abismal. Ahora mismo, los contratos en total son 292, pero con el ERE el número de trabajadores vinculados directamente con la entidad estará en torno a entre 80 y 90, ya que están planteados 200 despidos dentro del club (264 trabajadores) y otros 10 (28 empleados) en la Fundación Real Zaragoza.