--Regresa tras su cesión del Eibar, cuenta con contrato en vigor hasta 2017 pero tiene imposible seguir en el Zaragoza por su alto salario. ¿Cómo juzga su situación?

--Hay que esperar. Ahora, tengo que volver porque cuento con dos años de contrato, pero hay que buscar una solución y eso es lo que hemos hablado con el Zaragoza. Esa solución tiene que ser la mejor para ambas partes. Hablé hoy (por ayer) con Ángel Martín González, que me ha transmitido el parecer del Zaragoza. Ángel es una persona que este club necesitaba para ese trabajo y se trata de eso, de buscar la solución.

--El problema en su caso está claro. El Zaragoza no puede asumir su ficha.

--Si tengo que dejar el Zaragoza es por una cuestión de situación contractual y por las dificultades del club para asumirlo. Lo que tengo claro es que no voy a poner en más dificultades al Zaragoza. De momento, solo hemos hablado de esas dificultades y vamos a esperar un poco para volvernos a sentar.

--¿Espera una solución rápida?

--Ojalá. Yo el 14 de julio tengo que volver, pero cuanto antes llegue esa solución, mejor. Hay tiempo, queda todo el verano, pero si surge algo pronto y nos gusta a todos, hay que hacerlo cuanto antes.

--¿Estaría dispuesto a bajarse la ficha para seguir en el Zaragoza?

--Ya le he dicho al Zaragoza que yo escucharé todo. El asunto del nivel salarial es complicado, se puede bajar o se puede ampliar años de contrato. También está la opción de volver a salir cedido o la de rescindir contrato. No cierro ninguna puerta y quiero saber primero las opciones. Hay que decidir lo mejor entre todos, buscar lo que más convenga tanto al Zaragoza como a mí.

--Pero, ¿qué le ha transmitido el club sobre su situación?

--Que hay más dificultades aún que el año pasado, que van a tener menos dinero para confeccionar la plantilla. Yo les aseguré mi total predisposición, les dije que quiero ayudar y que no pretendo perjudicar, poner en más aprietos al Zaragoza. No deseo ser un problema para el club.

--Ha estado una temporada cedido en el Eibar, ha jugado 22 partidos y ha anotado un gol en Primera. ¿Qué balance hace?

--La primera parte de la temporada fue muy buena, tanto para el equipo como para mí, ya que jugué muchos minutos, pero después comenzaron los problemas, me lesioné, empecé a dejar de contar por decisión técnica y la segunda vuelta ha sido muy dura. Como experiencia, ha sido muy positiva. La temporada del Eibar me ha recordado mucho a la que vivió el Zaragoza en el descenso, con una primera parte muy buena y después la caída en el tramo final.

--¿Y qué le ha parecido la temporada del Zaragoza? Rozó el ascenso al final, se quedó solo a seis minutos de lograrlo en el Estadio de Gran Canaria.

--Es verdad, fue una pena que no se lograra por tan poco ese ascenso. Lo he seguido de lejos, pero con todo el cariño, con el deseo de que lograran subir. Y ha sido una verdadera lástima. Tal y como acabó la temporada, con el mérito de llegar al playoff en el último partido de Liga y sobre todo por cómo remontaron ante el Girona y por la gran victoria ante Las Palmas en La Romareda. He percibido en estas semanas mucha ilusión, mucho orgullo de la afición y eso es algo que se debe aprovechar para la próxima temporada porque el Zaragoza merece estar en Primera.

--De haberse logrado ese ascenso a Primera, ¿hubiera seguido Abraham en la plantilla del Zaragoza la próxima temporada?

--Hubiera sido todo más fácil de solucionar por el nivel contractual, pero habría que volver a hablar igual. No es una condición necesaria e imprescindible para mí seguir en Primera, pero con ese ascenso habría sido más sencillo todo, está claro.