Raúl Agné anticipó la mala noticia el domingo nada más terminar el partido frente al Girona. La resonancia magnética que le realizaron ayer en la clínica Quirón puso de manifiesto la lesión de José Enrique, que estará alrededor de mes y medio de baja debido a una rotura en el sóleo de la pierna derecha. No es un desgarro más. La ausencia del valenciano abre un tremendo agujero en la zona izquierda de la defensa y deja al equipo aragonés sin uno de los jugadores de mayor rendimiento.

Desde su primera aparición en la novena jornada, José Enrique ha sido uno de los futbolistas más destacados del equipo, además de uno de los hombres más fiables, tanto en labores defensivas como en el manejo del balón. Su lesión se puede interpretar como un problemón para el Zaragoza, que solo tiene un recambio natural en esa zona, Jorge Casado. El madrileño, sin embargo, no ha logrado alcanzar un nivel aceptable en los 11 partidos que ha sido titular. Vivió un momento de éxtasis con el gol de la victoria ante el Huesca a tres minutos del final, pero antes y después dejó más sombras que certezas.

Las primeras dudas llegaron en aquella tarde de Lugo que el Zaragoza dominaba 1-3 y acabó por empatar tras una concatenación de desatinos. Después llegó el penalti que le arregló Irureta ante el Nástic en Tarragona y el que cometió sobre Donoso en La Romareda. Pese al buen desempeño que ha mostrado siempre en el juego aéreo, sus problemas para defender la zona izquierda fueron repitiéndose en las siguientes jornadas. Tras los disparates repetidos de Bagnack, Raúl Agné decidió mover a José Enrique al centro de la zaga y concederle de nuevo la banda a Casado en el encuentro frente al Reus. Alberto Benito enseñó las deficiencias de Casado en la jugada que supuso el tanto del empate y cambió el partido, que finalmente concluiría con empate a dos.

Casado sería hoy la alternativa lógica para cualquier entrenador. Sin embargo, sus insuficiencias se convirtieron hace días en recelo. Agné, que contará con Marcelo Silva una vez cumplido el partido de sanción, tiene la opción de mover a Cabrera al costado izquierdo, una posición que no es desconocida para el uruguayo, y ajustar el centro de la zaga con su compatriota Silva y Valentín. La otra alternativa pasaría por contar con algún futbolista del filial como Lasure.

El Zaragoza logró cerrar en la primera semana del año el enorme boquete que se dejó abierto en verano en el centro de la defensa. La llegada de Jesús Valentín sirvió para poner tranquilidad a las propuestas de Raúl Agné, a quien Bagnack no ayudó en ninguna de sus comparecencias sobre el césped, ni siquiera el día que lo acercó al costado derecho. El fichaje del canario y su primera actuación relativizaron la constante intranquilidad que suponía la situación de Leandro Cabrera y Marcelo Silva, obviamente expuestos a sanciones y lesiones.

Por unas horas se entendió que el Zaragoza había tapado el socavón defensivo. Pero la preocupación ha vuelto, sin duda, hasta el punto de que el club aragonés podría replantearse el fichaje de otro defensa, como ya hizo la temporada pasada a última hora tras confirmarse la gravedad de la lesión de Jesús Vallejo.

las fechas / La gravedad de la lesión de José Enrique no permite pensar en apaños. Si se cumplen las previsiones de recuperación primeras, el valenciano no volvería a jugar al menos hasta el 26 de febrero, fecha en la que el Real Zaragoza recibe al Nástic en La Romareda. Una semana más tarde, ya en marzo, le toca repetir encuentro en casa, esta vez ante el Numancia. En medio quedarán las visitas a Tenerife y Murcia, el partido ante el Lugo, el derbi en Huesca o la llegada del líder, el Levante, a La Romareda. Para esa fecha, el 11 de febrero, estaría previsto el regreso más optimista. Acaso una semana después en Alcorcón.

Agné necesita buscar una solución que le funcione de manera inmediata. Ya sabe lo que le puede ofrecer Casado. Y son conocidas las garantías defensivas que obtendrá en el lateral con Cabrera, que encuentra más problemas para atacar la banda. Al fondo queda el filial, el mercado, y algunas opciones que hoy sonarían descabelladas pero que, en otro tiempo, fueron realidad. Por ejemplo, cuando Zapater ocupó el lateral izquierdo.