Javi Álamo sabe desde el lunes, desde la reunión que mantuvo con Ángel Martín González, que su continuidad pasa de forma inexcusable por rebajar sus emolumentos, algo que el jugador no está dispuesto a hacer bajo ningún concepto, según aseguraron fuentes muy próximas al futbolista. Y es que ya se bajó su ficha en dos ocasiones, la última vez el pasado verano, cuando renovó hasta 2017 rebajando su salario para continuar en el Zaragoza en Segunda División.

Sin embargo, en la última rebaja pactada con el Zaragoza también se incluía que el futbolista, un año después, volvía a recuperar su nivel salarial y el club ya le comunicó el lunes que no puede asumir su salario. Este año la entidad ha pagado al extremo canario unos 200.000 euros de ficha, pero ahora la cantidad que tiene que percibir es sensiblemente superior.

En todo caso, el problema es que Álamo no ha sido hasta el momento un futbolista determinante, aunque sí importante, en los planes de Ranko Popovic. Y un salario tan elevado como el suyo, dentro de la estrechez que vive el Zaragoza, debe ir destinado a los jugadores más decisivos dentro del equipo.

El futbolista canario, en este curso, ha jugado 31 partidos, entre Liga, promoción de ascenso y Copa, con dos dianas y 1.743 minutos en total. El extremo nacido en Gáldar (Las Palmas) llegó en el verano del 2012 procedente del Recreativo de Huelva y ahora mismo acaba de cumplir su tercera temporada como zaragocista. En total ha disputado 63 partidos como blanquillo en tres años, si bien su primera temporada estuvo marcada por una grave lesión de rodilla.

SIN OFERTAS AÚN

Así que el adiós de Álamo al Zaragoza es una posibilidad que parece muy factible en este verano. De hecho, sus representantes ya están desde el lunes trabajando en esa salida y, aunque dicen que aún no hay ofertas en firme por el extremo, tampoco se tiene dudas de que al final las tendrá para irse con la carta de libertad.