El Real Zaragoza fue despedido ayer con pitos por los pocos aficionados que acudieron al estadio de La Romareda. Fue el merecido castigo para un equipo que cayó derrotado por un Mirandés que solo remató una vez con peligro sobre la portería zaragocista y que después se limitó a defender su ventaja. El tanto del cuadro burgalés, único del partido, se produjo en el minuto 18 y luego el Zaragoza fue incapaz de conseguir como mínimo un empate. Tras las derrotas de ayer de Alavés y Ponferradina, dos de sus perseguidores, hasta un punto hubiera sido bueno, pero ni eso pudo lograr el cuadro aragonés, que, a pesar de la derrota, se mantendrá en el sexto puesto una jornada más. Hoy, no obstante, si el Llagostera gana en casa al Albacete empatará a puntos con el conjunto zaragocista, pero seguirá detrás por ser el average particular favorables a los intereses blanquillos.

Ranko Popovic apostó al final por dar entrada a Natxo Insa en la banda izquierda del centro del campo. En la otra banda puso a Javi Álamo y Galarreta, suplente en campo del Girona, recuperó la titularidad para jugar de mediapunta. El resto lo esperado. Popovic, debido a las bajas, tampoco tenía mucho más margen de maniobra, pero pudo presentar un once que en teoría debería haber ofrecido un mejor rendimiento ante un rival que ya no se jugaba nada.

Sería injusto decir que el Real Zaragoza no tuvo ocasiones para haber logrado al menos empatar, pero tampoco puso en excesivos apuros al Mirandés. El Zaragoza dominó territorialmente, pero sin atosigar al rival. Eso permitió defenderse con el orden al cuadro burgalés y hacer valer el gol de Urko Vera para llevarse al final el triunfo. En la segunda parte, Ranko Popovic fue poblando poco a poco el ataque con más efectivos, lo que no es sinónimo de que se vaya a llegar arriba con más peligro. El conjunto zaragocista no fue entonces capaz ni de sorprender al rival entrando por las bandas ni de hacer un fútbol más directo para intentar llegar el balón cuanto antes al área contraria.

OTRA VEZ A BALÓN PARADO

No empezaron bien las cosas para el Real Zaragoza que en la primera acción de peligro sobre la portería defendida por Bono encajó el tanto de Urko Vera (m.18) que luego daría la victoria al Mirandés. Otro despiste defensivo en una falta botada sobre el área zaragocista y otro gol del rival en una acción a balón parado. Y van ya unos cuantos. Lo de la estrategia defensiva sigue siendo una asignatura pendiente para Ranko Popovic y sus jugadores. El Mirandés se puso por delante en el marcador sin hacer prácticamente nada. Aguantó bien la alocada salida del cuadro aragonés, que en los primeros instantes pareció salir a por todas, y después, tras ponerse por delante en el marcador, se metió atrás. El gol le invitaba a ello. Aún así, en cada balón enviado sobre Urko Vera, el delantero vasco puso casi siempre en apuros a la defensa blanquilla. Mario y Rubén tuvieron muchos problemas para frenarlo.

El Zaragoza, viendo que el rival daba un paso atrás, se fue arriba y disfrutó entonces de sus mejores minutos durante la primera parte. Borja Bastón, Natxo Insa y Diego Rico tuvieron ocasiones para marcar, pero en acciones aisladas. Mientras, el Mirandés seguía a lo suyo. Estar bien parado atrás y tratar de buscar a Urko Vera para complicarle las cosas a la defensa zaragocista. Poco pero suficiente para frenar a un rival espeso y con escasa capacidad para crear juego.

En la segunda parte, Ranko Popovic empezó a mover el banquillo muy pronto, pero sin conseguir que el Real Zaragoza jugara mejor. Eldin entró por Galarreta y se colocó en la banda izquierda para Natxo Insa pasara a la mediapunta. Más tarde, Willian José, que llevaba cinco partidos sin minutos de juego, sustituyó a Rubén y Basha pasó a acompañar en el eje de la defensa a Mario, mientras que Insa retrocedió su posición al doble pivote para jugar al lado de Dorca. Muchos efectivos en ataque, pero nadie en el centro del campo con las ideas claras para llevar el balón con peligro al área rival o realizar un fútbol más directo para aprovechar la presencia de Borja y Willian José en punta.

En este periodo también tuvieron ocasiones para empatar Diego Rico, Borja, que remató alto en vez de pasarle el balón a Eldin, solo y en mejor posición, y Javi Álamo. Pero la oportunidad más clara no llegó hasta el minuto 85 en un balón que Eldin no pudo controlar como hubiera querido, pero que consiguió rematar desde cerca obligando a Razak, muy inseguro durante todo el partido, a evitar el tanto en una buena intervención. Poco para un Real Zaragoza que necesitaba ganar para estar más cerca de poder asegurarse la sexta plaza y disputar la promoción de ascenso a Primera División.

Ahora, el Zaragoza tendrá que seguir remando en las tres últimas jornadas de Liga para conseguir ese puesto. De haber ganado ayer a un rival que ya no se jugaba nada hubiera tenido casi asegurada esa plaza, pero tampoco hizo demasiado para conseguir la victoria. El Mirandés se llevó los tres puntos de La Romareda con un solo remate a puerta. Y la afición despidió con pitos a los suyos.