--¿Y ahora qué futuro le espera al Real Zaragoza?

--Un futuro muy incierto y bastante negro. Con esta situación Agapito no puede seguir más tiempo al frente de la gestión del Zaragoza con tantos fracasos en la gestión deportiva y económica. Socialmente está en el punto de mira de todo el mundo. Ya no sirven de nada sus golpes de efecto.

--¿Cree que el descenso puede facilitar su salida?

--Agapito lleva un gran desgaste y tras este descenso, que ha sido más traumático que el primero, debería plantearse en serio su salida. Aquí no va a venir ahora ningún mirlo blanco que le pague mucho dinero y que se coma la deuda que hay, pero lo primero que debe hacer es poner precio a sus acciones para que la gente sepa a qué atenerse.

--¿Tiene la impresión de que el Zaragoza ha pasado de ser un equipo muy querido a casi odiado?

--Más que querido, respetado. Querido porque en toda su historia ha estado muy ligado al buen fútbol. Ha habido descensos, pero también se han ganado títulos. Ahora hemos estado cuatro años en los que el equipo cada vez ha ido a peor deportivamente y al final ha bajado.

--Pero ahora quizás haya incluso gente que se haya alegrado del descenso del Zaragoza.

--La sensación que tengo es que con este propietario se han perdido toda la serie de valores que tenía el Real Zaragoza. Eso también lo notan fuera de Aragón.

--En las cuatro últimas temporadas se ha estado luchando por la salvación y al final se ha descendido. Eso desgasta mucho.

--Eso supone un desgaste tremendo, pero para todos, incluida la gente del club. Cuando regresaba de madrugaba de los viajes a los campos del Levante y del Getafe decía que esto tendría que cambiar algún día, pero no ha sido así. Al final una y otra vez te ves en el pozo y esto es inaguantable.

--Y por eso otra temporada más han vuelto a resurgir los movimientos en contra de Agapito.

--Pero es normal que el zaragocismo responda a la degradación que está sufriendo el Real Zaragoza. La respuesta de esos movimientos es loable y todos estamos en la misma sintonía. Pero hay que cuidar las formas. Nadie debe dar lecciones de zaragocismo y hay que respetar a todo el mundo. Lo que hace el Movimiento Avispa hay que aplaudirlo, pero como ya le he dicho a Iván Andrés (su portavoz) con el asunto de los exjugadores, no se les puede presionar pidiendo que den un paso adelante como si fuera una obligación. Además hay incluso exjugadores que están dentro del club. Cada uno se puede manifestar como crea oportuno.

--Pero quizás lo hagan porque exjugadores como usted son muy representativos para la gente.

--Pero en el zaragocismo también hay gente muy representativa en otros sectores. Muchos exjugadores hemos denunciado la situación en la que se encuentra el Real Zaragoza, pero a mí no me van a marcar las formas ni la intensidad de la denuncia lo que hagan otros hacía el dueño. Si he estado en las concentraciones es porque quería estar.

--¿Le parece normal que Agapito pueda soportar tanta presión?

--Lo que sucede es que en el fondo a Agapito le gusta eso de ser propietario de un club de fútbol. El primer año fue ambicioso y dijo que se iban a meter en la Champions, pero al final se fue a la UEFA. A partir del segundo año, cuando vio que lo que le habían ofrecido no era como se esperaba, dijo que él no iba a ser el tonto e hizo del Real Zaragoza su negocio. Para Agapito es su juguete.

--Pero es que ni siquiera se atreve a ir al palco.

--Porque se encuentra en una situación límite. Por eso se va a Barcelona a buscar a un presidente (Fernando Molinos), con arraigo familiar en Zaragoza y que ha sido jugador del Real Zaragoza. Pero los golpes de efecto de Agapito solo son parches. Mucha gente dice que no se ha conseguido nada con las protestas, pero la afición ha conseguido que el propietario no pueda ir a La Romareda. Tampoco debemos olvidar que, aunque todos intentamos creer en la justicia, el concurso de acreedores del Zaragoza fue declarado fortuito cuando en otros clubs no ha sido así. A raíz del concurso Agapito salió reforzado, aunque sea consciente de la repulsa social que hay en su contra.

--¿Usted sigue creyendo en la regeneración del Real Zaragoza, que hay vida después de Agapito.

--Creo que hay vida. Ahora nos han tocado vivir un ciclo muy malo con Agapito como propietario, pero habrá un momento en el que volveremos a resurgir. Yo he vivido una promoción contra el Murcia pero nos salvamos y a partir de ahí se fue haciendo una base de equipo.

--¿Por qué en el momento que Agapito le ofreció entrar en el club no lo hizo?

--Porque no lo vi claro. Me surgieron muchas dudas por la gente que había dentro. En los proyectos hay que creer en las personas. Conozco mucha gente en Aragón con la que iría al fin del mundo, pero con Agapito no. En distancias cortas, como ha dicho Nayim, es un fenómeno, pero en los proyectos deportivos hay que tener las cosas claras y yo no aprecié eso con Agapito.

--Y después parece que se convirtió en uno de sus enemigos.

--A una persona le puedes dar una, dos o tres oportunidades, pero después ves que la situación no cambia y mí línea fue la de criticar su gestión. Sé que él va diciendo muchas cosas de mí por ahí, pero no son ciertas. Soy amigo de gente que ha estado con él y sigo trabajando y colaborando con ellos. Ha habido gente que ha tenido mucha relación con él y con sus empresas y que ahora no se trata con él.

--Lo que pasa es poco a poco se ha ido quedando solo.

--Agapito es una persona a la que le gusta dar golpes de efecto y muchos tremendos. Intenta parchear, pero luego los va destruyendo y se los come. Al final la última palabra quiere tenerla siempre él y se va dejando gente en el camino.

--¿Para que el Real Zaragoza vuelva a la normalidad ve imprescindible su salida?

--Su salida es necesaria. Debe irse por el bien del Real Zaragoza. Pero el primer paso es que ponga precios a sus acciones. Hace la goma, como en ciclismo, y al final huye. A él le apasiona el mundo del fútbol y le gustaría ir a La Romareda para que le aplaudieran, pero esto en un espectáculo y la gente aplaude, chilla, llora y cuando las cosas no van bien mira hacia el palco. No sé si Agapito se deja aconsejar o no, pero se da la vuelta y hace lo que quiere.

--Dice que la gente aplaude, grita y llora, pero también sufre con este Zaragoza.

--Y se alegra, como el día que nos salvamos ante el Levante o el Getafe. Pero también sufre, porque esto es un desastre. Te alegras de seguir en Primera, pero con Agapito vives acojonadoporque pueda desaparecer el club. Esta afición también ha sufrido, pero ahora son muchos años seguidos y eso supone un gran desgaste. Dentro de la desgracia la gente se ha unido en contra de la gestión de Agapito.

--Pero jugadores y técnico también tendrán culpa del descenso.

--Todos son responsables. La cabeza visible es Agapito, pero el entrenador y los jugadores también son responsables. Lo que sucede es que han venido muchos jugadores sin nivel. Se le puede exigir a gente como Apoño, Roberto, Sapunaru o Postiga, pero qué se le va a exigir a Bienvenu, que da pena, y como él han pasado por el Zaragoza muchos. Las responsabilidades habrá que pedírselas a los que los han traído. Lo que sucede es que por aquí pasan jugadores y entrenadores como si nada. De la prepotencia se va a la miseria y eso fue lo que le sucedió al Zaragoza el primer año de Agapito.

--La temporada pasada Jiménez hizo un milagro y ahora ha fracasado. ¿En qué ha fallado?

--En no tener tranquilidad. Ha fallado en momentos puntuales. El mes de enero fue fundamental, cuando veía que se le estaba cayendo el equipo por las lesiones y por la Copa, se puso nervioso y empezó a buscar culpables. Se notaba que estaba nervioso y lo trasladaba a los jugadores. Empezó a ver fantasmas por todos los lados. Y para colmo, el último día del mercado invernal, como siempre con Agapito, llegaron varios jugadores deprisa y corriendo y muchos del mismo perfil.

--Y además estar con una persona como Agapito produce desgaste.

--Y por eso han pasado tantos entrenadores y todos han acabado mal. Jiménez se puso nervioso en enero y le dijo a Agapito si gwana a todo. Además los jugadores importantes y en los que gastaron dinero no han rendido como se esperaba. En el Zaragoza de Agapito todo se gestiona mal.