Imanol Idiakez tendrá a 24 futbolistas para comenzar a preparar la temporada 2018-19 y, salvo sorpresas en forma de salidas o llegadas inesperadas, serán prácticamente los mismos 24 que tendrá a disposición cuando arranque la Liga a finales de agosto. Esa es la principal diferencia con respecto a las cinco temporadas anteriores en Segunda División, en las que la dirección deportiva todavía tenía trabajo por delante para romper algún contrato o reforzar según qué posiciones cuando el trabajo ya había arrancado. En esta ocasión Lalo Arantegui ya tiene diseñada la plantilla casi al 90%.Pendientes de la salida de Alfaro y de lo que pueda suceder con Toquero, el resto de jugadores que terminaban su cesión (Borja y Febas), que no contaban para el cuerpo técnico (Ángel y Alain) o que han decidido marcharse (Mikel), ya están fuera. En el capítulo de llegadas solo falta que se concrete la cesión de Marc Gual y que lleguen un delantero más y un central para sustituir a Mikel, una cuenta que solo se alteraría en el caso de que se produjera alguna otra baja en el equipo. Además, con las incorporaciones de Diego Aguirre, Jaison Medina y James Igbekeme, es el verano con menos fichajes en esta travesía por el desierto.

Nada que ver por tanto con los años anteriores, en los que el equipo que empezaba a moldear el técnico se veía sustancialmente modificado cuando llegaba la hora de la verdad. En el verano del 2013, con el descenso aún caliente, Paco Herrera comenzó la pretemporada con 24 jugadores con contrato pero solo se habían hecho dos fichajes (Barkero y David Cortés), quedaban ocho salidas que la entidad quería resolver (Loovens, Obradovic, Apoño, Pinter, Romaric, Babovic, Postiga y Luis García) y de los siete fichajes totales que se hicieron ese año todavía faltaban por llegar cinco más.

Un año después, el caos. Con la salida de Agapito dilatándose en el tiempo y la nueva propiedad tomando las riendas en pleno mes de julio, Víctor Muñoz dirigió su primera sesión con solo 14 jugadores del primer equipo, a los que sumó seis del filial (Whalley, Bonilla, Santigosa, Tierno, Moreno y Gabarre) y cuatro juveniles (Vallejo, Gil, Guti y Zalaya). Además había cuatro jugadores en la rampa de salida, aunque no se marcharon todos. Martín González, llegado después que los nuevos propietarios, tuvo que realizar 15 fichajes, todos ellos con la pretemporada ya en marcha.

El 2015 fue mucho más tranquilo, Ranko Popovic pudo comenzar la pretemporada con 22 jugadores y Martín González solo tuvo que hacer tres fichajes más con el trabajo ya empezado. No obstante, el director deportivo ya había concretado ocho incorporaciones y había otros tantos jugadores pendientes de marcharse por diferentes motivos. El curso siguiente arrancó con Luis Milla a los mandos y 21 jugadores el primer día, pero Narcís Juliá todavía tenía que hacer ocho de los trece fichajes totales que se realizaron aquel verano.

El 2017 ya llevó el sello de Lalo Arantegui, previsión y adelanto en los plazos. Sin embargo, y ante el calado de la revolución que había pendiente para renovar un equipo que a punto estuvo de despeñarse, el director deportivo todavía tuvo que hacer seis fichajes con la pretemporada ya empezada del total de 14 con los que transformó la plantilla. Arantegui tenía ya en camino a Febas, estaba intentando convencer a Mikel González y faltaban todavía por llegar Cristian, Verdasca, Toquero y Vinícius. Eso sí, los primeros días estuvieron trabajando aparte Lanzarote, Bedia, Barrera e Irureta, con los que el cuerpo técnico no contaba, hasta que se solventaron sus salidas.