El futbolista malagueño Carlos Aranda ha reconocido hoy que no tiene la cabeza "limpia" para rendir a su nivel en el Numancia, debido a un problema familiar en Málaga -donde está su hijo-, por lo que ha decidido rescindir el contrato que tenía con el club soriano.

Aranda, de 34 años, ha comparecido hoy en rueda de prensa, junto al vicepresidente del club numantino, Eduardo Rubio, y el director deportivo, César Palacios, para explicar las razones que han concurrido para cerrar su cuarta etapa de forma precipitada en el equipo soriano, al que llegó en octubre.

El delantero, que tenía contrato hasta junio de 2016, ha reconocido que no es feliz en Soria, ya que su única inquietud es estar al lado de su hijo de corta edad en Málaga.

"Tengo un problema familiar por la distancia con mi hijo y aquí no estoy rindiendo como tenía que rendir. Mi cabeza está puesta en mi familia, en mi hijo, y en el Numancia lo que estoy haciendo es restar en vez de sumar", ha declarado.

Aranda ha asegurado que no quería engañar al club de su "corazón", el que primero le hizo futbolista, después le llevó a Primera División y finalmente le rescató cuando no tenía ningún equipo en el que jugar.

"Vine con mucha ilusión, con muchas ganas, y lo único que quería era estar a mi nivel. Para tenerlo tienes que tener la cabeza limpia. Lo mejor para mí y para el club es mi salida. Les transmití mi problema y ellos lo aceptaron. El Numancia mira a la persona, siempre me han ayudado y esta vez me han ayudado una vez más", ha explicado.

Aranda ha reconocido que no ha estado a su nivel debido a sus problemas familiares, porque tenía la cabeza en otro sitio.

"No era feliz, pero no por el Numancia, ni por el equipo, ni por la ciudad, ni por el entrenador. No era feliz por no tener cerca a mi hijo. Ahora mismo, mi felicidad está en Málaga, donde tengo a mi hijo", ha relatado.

El futbolista ha recordado que hace unas semanas se enfadó con el entrenador Juan Antonio Anquela, pero no porque no jugara, sino porque tenía mucha presión y lo pagó con la gente que tenía al lado.

"Mi familia aquí era el Numancia y todo lo pagaba con ellos. No quiero que sigan pagando cosas que ellos no merecen y la única manera es irme a mi casa y por lo menos ser feliz. No tengo problemas con el club", ha resaltado.

Aranda ha reconocido que, tras la rescisión de su contrato, el Numancia "será siempre" su equipo "y después el Madrid".