Se sabe que Gay insiste desde hace días en la importancia de reforzar la concentración defensiva para que el equipo no encaje tal cantidad de goles y así disponga de más opciones de ganar los partidos sin tener que recurrir a milagros como el del pasado domingo. "Hay que cerrar el grifo", suele decir el técnico, que cambió el sistema en la visita del Barça y se ha mantenido firme en el 5-3-2 en los partidos subsiguientes. Hoy lo volverá a utilizar ante el Sevilla.

Parece que el equipo se ha sentido más cómodo en ese nuevo plan con tres centrales y que los resultados son mejores, pero solo lo parece. No es una bicoca, desde luego, aunque Gay entiende que es el método con el que más provecho puede sacar a su reducida plantilla, que sus jugadores se mueven con mayor soltura y que incluso repercute positivamente en ataque.

El Zaragoza no tuvo apenas opciones de pelear por el partido el día en que Gay cambió el estilo ante el Barça (0-2), pero en el aire quedó la sensación de que el equipo se movía con mayor seguridad. Así que Gay decidió repetir plan en el partido de Copa ante el Betis y sumó la primera victoria de la campaña (0-1). Todos, jugadores incluidos, dejaron Sevilla con la impresión de que el nuevo orden táctico beneficiaba al equipo y que lo más conveniente era mantenerlo. Es lo que ocurrió tres días después en Valencia, donde el Zaragoza jugó los minutos más sensatos del curso. Debió ganar, solo empató (1-1).

De vuelta a casa, el técnico mantuvo el procedimiento táctico ante el Mallorca. Pero el equipo se desmoronó, volvió a encajar dos goles y solo salió del atolladero cuando Gay regresó al 4-4-2 y dejó el resto a la fortuna. Mal día para el nuevo sistema, gran resultado (3-2). El desastre llegó tres días después ante el Betis, donde la zaga de tres centrales fracasó. Ni cordura ni firmeza. Otros dos tantos encajados (1-2) y una Copa menos.

Los números no ayudan a pensar en lo mejor, ni global ni parcialmente, ya que ha recibido dos goles en cada uno de los tres partidos que ha alineado la zaga de cinco hombres en La Romareda. Claro que las cifras anteriores no son mejores. En los dos primeros partidos en casa encajó siete goles (cinco ante el Málaga y dos frente al Sporting). Trece goles en seis partidos. Así no hay plan que valga.