Raúl Agné ha dado pocas pistas esta semana sobre sus intenciones en el once que saldrá de inicio en Cádiz, pero tiene que resolver incógnitas por bajas importantes, como las de Javi Ros, de Edu García y la ya anterior de Marcelo Silva. Apunta a devolverle la titularidad a Bagnack en el eje de la defensa para que José Enrique juegue en su puesto natural, en la banda izquierda, donde más decisivo es. La otra duda está en la medular y en el ataque, en si mantendrá la apuesta por dos delanteros, con Juan Muñoz junto a Ángel, o en si reforzara el medio con Erik Morán —el retorno de Barrera es seguro— junto a Zapater para que Cani se mueva en la mediapunta y Ángel sea el único delantero. Dada la intensidad y el estilo del Cádiz y el partido que se prevé, la segunda vía, con un solo ariete, parece que tiene más opciones de ser la elegida.

El entrenador de Mequinenza le dio la camiseta de titular a Bagnack en Getafe y este le respondió con un partido correcto y un error grosero en el penalti decisivo que se añadió a su historial de fallos anteriores. Agné, sabedor de que el camerunés era foco de atención de La Romareda ante el Reus, lo dejó en el banquillo y apostó en el eje por José Enrique y en la banda por Casado, que firmó otro error no menos grave en su retorno al once en el primer gol catalán.

REVÁLIDA CLARA

No parece probable tras ese fallo que Agné insista en la opción de Casado en el lateral, porque además José Enrique cumple de sobras como central, pero es más vital en el costado izquierdo, donde no es exagerado decir que es el mejor lateral zurdo de la categoría. Bagnack tiene así más papeletas para jugar y Agné ha estado pendiente de él esta semana. Tiene, si juega, una reválida por delante, con Ortuño como amenaza y con la sensación de que su futuro como zaragocista tiene pinta de ser muy breve, con salida en enero, a no ser que el futbolista comience a dar ya algunas razones que le llevaron, por ejemplo, a jugar 44 partidos en Segunda División con el Barça B y a estar cerca de debutar en el primer equipo tras ser una de las promesas de La Masía. De todo eso no ha dejado aún constancia en el Zaragoza.

La ausencia de Javi Ros por sanción (acabó también lastimado en la mandíbula en el duelo ante el Reus) tiene más variantes. Ros ha sido fijo para Agné, con su movilidad y despliegue físico como complemento de Zapater. Álex Barrera tiene más llegada, pero menos recorrido que el navarro, aunque fue el elegido para situarse junto a Zapater cuando Ros se retiró del campo ante el Reus en el último cuarto de hora.

Si Agné mantiene esa apuesta, con Zapater y Barrera en el medio, Lanzarote y Cani ocuparían las alas y Juan Muñoz se situaría junto a Ángel. El delantero sevillano no hizo un buen partido ante el Reus y no tiene en el trabajo de presión y en el derroche físico algunas de sus virtudes mayores, lo que supone un hándicap en un duelo que se presume intenso y con un Cádiz que juega con trivote en la medular.

Además, Agné ya ha dejado entrever en más de una ocasión que con Cani en la mediapunta el equipo se siente más cómodo con balón. Así, la otra solución, la más probable, pasaría por juntar a Erik Morán junto a Zapater en la medular y situar a Barrera en la izquierda, donde ya jugó en Mallorca, a buen nivel, hace ahora cuatro semanas, para que Cani se sitúe por detrás de Ángel. Erik Morán solo ha tenido trece minutos desde que llegó Agné y su salida en enero apunta a fija y es deseada por el club, pero hoy puede tener su primera oportunidad con el nuevo técnico.