El guardameta del Girona, Yassine Bono, aseguró ayer que el equipo, que recibe este domingo al Zaragoza en un partido en el que un punto le daría el ascenso a la Primera División, está ante «el partido más importante de la historia del club». Pese a que al conjunto catalán le vale un empate, Bono indicó que no se confiarán, conscientes de «lo cruel que es el fútbol».

El portero, que goza de un permiso especial para no ir estos días con su selección, Marruecos, señaló que si buscan sumar un sólo punto se les puede escapar como sucedió la semana pasada en Tarragona. Sobre el momento de euforia que vive la ciudad, el marroquí reconoció que es «normal» y que tanto jugadores como responsables del equipo también lo ven «cerca», pero que deben responder «el domingo en el césped».

El partido será «muy especial» para Bono, que se enfrentará al Zaragoza, que fue su equipo hasta esta misma campaña y con el que eliminó al Girona de la promoción de ascenso de hace dos temporadas. Bono no pudo entrenarse ayer, aunque no tendrá problemas para jugar, al igual que Aday y Mojica. Por otro lado, Pere Pons y Maffeo tampoco se entrenaron y están prácticamente descartados.