Nada menos que 22 goles en 16 jornadas ha encajado el Zaragoza. Solo el Mirandés (24), el Numancia (23), ambos en zona de descenso, y el Elche (23) han visto su portería perforada en más ocasiones que el conjunto que empezó dirigiendo Luis Milla y que en las últimas cinco jornadas es el de Raúl Agné, que ha mejorado ligeramente las cifras de goles encajados, pero en todo caso de una forma insuficiente. El Zaragoza sigue siendo un coladero atrás, un agujero tremendo que imposibilita cualquier pensamiento de retorno a Primera, por mucho que sus 23 dianas hablen de un ataque con pólvora, el tercero mejor de Segunda, ya que solo Girona y Elche, con 24, le superan en goles marcados.

Pero la magnitud del problema defensivo es tan evidente que requiere de una solución de urgencia, empezando por enero, donde la contratación de al menos un central parece más que necesaria para no hacer equilibrios cada vez que faltan Silva, como ocurre ahora, o Cabrera.

El Zaragoza, de continuar con la actual dinámica de goles encajados (1,37 de media por partido), acabaría la Liga con unos 58 tantos recibidos en 42 jornadas. Ni qué decir tiene que en el actual formato de competición en Segunda, con 22 equipos desde la 97-98, nadie subió a Primera con semejante cifra de goles encajados, ni por la vía del ascenso directo ni por la de la promoción. Los 50 goles que recibieron el Almería en la 12-13, cuando subió tras entrar en el playoff, y el Sevilla, que lo hizo en la promoción en la 98-99, constituyen por ahora el récord. Con 49 subió directo el Almería en la 06-07.

Así que el Zaragoza de Agné debe intentar ponerle freno a esa estadística demoledora. Con Milla, el equipo recibió 16 tantos en 11 partidos (1,45 de media), mientras que con el entrenador de Mequinenza han sido seis en cinco encuentros, con un promedio solo ligeramente inferior (1,2). Eso sí, el conjunto zaragocista solo fue capaz de dejar su portería a cero en uno de esos cinco partidos con el nuevo entrenador, en La Romareda frente al Mirandés (2-0). Con Milla fueron cuatro de once los partidos en los que dejó cerrada su meta el conjunto blanquillo, en las victorias en casa contra el Huesca (1-0) y el Alcorcón (2-0) y en los empates sin goles en Tarragona ante el Nástic y en Valladolid, en el último encuentro del turolense.

DIEZ EL CURSO PASADO / El Zaragoza, a estas alturas de la temporada pasada, llevaba encajados 10 goles (había marcado 16 con Popovic de técnico), mientras que, del resto de campañas en Segunda del equipo zaragocista en el siglo actual, solo en la 14-15, donde había encajado 24 dianas en 16 encuentros, el agujero defensivo era mayor.

El equipo ha tenido desde el comienzo de Liga su talón de Aquiles atrás. No se acertó en el portero titular, donde Irureta tuvo que ser relevado por Milla justo antes de irse, ya que le dio la titularidad a Ratón en Valladolid, en la undécima jornada, decisión que por el momento ha mantenido Agné. El portero vasco encajó 16 tantos en 10 citas, una cifra que ha mejorado Ratón, con solo seis en los seis encuentros que suma, teniendo en cuenta que ha sido más regular y no ha cometido fallos de trazo grueso como Irureta, además de contabilizar algunas buenas paradas, aunque, eso sí, también mostró dudas, sobre todo en las salidas.

Y en defensa tampoco fueron efectivos la mayoría de refuerzos. Sí se acertó con Marcelo Silva y sobre todo con José Enrique, mientras que Fran ha alternado claroscuros, aunque es fijo en el lateral derecho, mucho más por el mal nivel de Isaac. Sin embargo, los centrales Bagnack y Popa y el lateral Casado están viviendo un paupérrimo comienzo de su etapa zaragocista.