--No ha tardado mucho en encontrarse con el gol en Zaragoza. ¿Lo esperaba así?

--Tuve la suerte de encontrarlos pronto, es verdad, pero lo importante es que han servido para dar puntos al equipo. Si el equipo suma con tus goles, pues mejor, pero lo primero es que el equipo vaya ganando. Lo importante tampoco es si los goles son bonitos o feos, sino que la pelotita entre.

--No le ha costado mucho adaptarse, ni al equipo ni al club. ¿A la ciudad?

--Nada. Desde el primer momento me ha acogido todo el mundo muy bien: la afición, los compañeros... La ciudad en general se ha portado muy bien conmigo, noto su cariño y eso se refleja en el campo porque juegas con más ganas.

--¿La entrada de Willian José en la alineación ha sido tan importante como se dice o era una cuestión de tiempo?

--Un poco de todo. Había muchos jugadores nuevos y nos teníamos que acoplar a los movimientos de cada uno. También es verdad que con la entrada de otro delantero tenemos más ocasiones y más juego, en el sentido de que se dejan balones de cara, se cae a bandas, se llega al remate... Tenemos más gente arriba que al final es lo que queremos.

--Da la impresión a veces de que tienen un exceso de responsabilidad. ¿Tienen esa sensación?

--No. Es verdad que somos jugadores que estamos representando a un club histórico que quiere estar arriba. La afición es increíble y tenemos ganas de darle victorias, aunque también hemos tenido algún error que nos ha costado puntos. Hemos tenido algunos finales de partido difíciles, pero creo que es algo que se ve más desde fuera que desde dentro. Nosotros estamos muy metidos en el partido y no notamos esa tensión que siente la afición.

--Al llegar tanta gente nueva, ¿las cosas son más fáciles o más difíciles?

--Cuando uno llega nuevo a un sitio, intenta meterse cuanto antes en la onda del equipo para hacer buenos compañeros. Pero al llegar tantos nuevos, todos buscamos lo mismo, que es ser una gran familia e ir en la misma dirección. Y creo que lo estamos consiguiendo.

--¿Cómo veía el Real Zaragoza desde fuera?

--Es un equipo que siempre ha estado arriba y que conseguía títulos. Ahora, por circunstancias, está en un lugar que no es el suyo y hay que devolverlo a Primera. Sé, porque la gente me lo ha comentado, que han sido años de sufrimiento, pero esta temporada hay ilusión y se debe seguir así. Que la gente intente disfrutar, que vaya al campo y lo pase bien, que les toca.

--Llevan casi un mes todos juntos. ¿Se puede decir que ha acabado la pretemporada?

--Como quien dice, estamos empezando. La temporada es muy, muy larga. Estamos acoplándonos, pero ya a un nivel superior del que empezamos la Liga.

--En la ciudad se habla de ascender principalmente. ¿De qué se habla en el vestuario?

--Aunque no quieras decirlo, el ascenso lo tiene todo el mundo en la cabeza, es algo normal aquí. El Zaragoza es un equipo que tiene que estar en Primera y el club es lo que quiere, pero es verdad que este año se ha pasado un momento complicado, a punto de desaparecer, y hay que hacer las cosas con cabeza, partido a partido. Eso lo marcará.

--¿Le gusta La Romareda?

--Cuando he jugado aquí, es un campo de los que gusta. No sabría decir qué es, pero tiene algo diferente. Ahora aún me gusta más, se están portando muy bien.

--Antes eran poco menos que un grupo de desconocidos. ¿Notan la mejoría del equipo?

--Todo necesita tiempo. Cuando hay tanta gente nueva, tú puedes tirar un desmarque que tu compañero no te la da. No por nada, solo porque no te conoce. Pero en los entrenamientos se va mecanizando todo y te entiendes mucho mejor.

--Ya dijo que no quería dar la cifra de goles que pensaba marcar esta temporada. ¿Con cuántos se conforma?

--No me gusta decirlo porque no sirve de nada. Yo voy partido a partido y a intentar marcar los máximos posibles. Los delanteros nos movemos por rachas y ahora mismo estoy bien. Ojalá dure todo el año, pero habrá momentos en los que no entre el balón y entonces lo importante es el trabajo. Si no la metes pero la gente te ve trabajar, están contigo.

--Hay dos momentos que marcan su carrera. El primero es cuando fue máximo goleador del Mundial sub-17 de Nigeria, en el 2009.

--Sí, quedamos terceros y fui bota de oro. Fue muy bonito, teníamos un equipo muy bueno e hicimos un gran campeonato. Casi todos están ahora en Primera (Sergi Roberto, Koke, Muniain, Morata, Isco...).

--El otro momento es peor, la grave lesión de rodilla el día de su debut con el Atlético.

--Sí. Fue el mismo año del Mundial. Jugué el torneo con molestias en el menisco y me lesioné el mismo día de mi debut. Entonces te das cuenta de que no es todo de color de rosa. Yo venía de hacer goles toda mi vida, pero entonces ves que la vida te puede cambiar en un segundo. Desde entonces no me he vuelto a lesionar.

--¿El partido del Mallorca puede ser una rampa de lanzamiento?

--Es peligroso. Nosotros queremos ganar y sumar la tercera victoria consecutiva, pero hay que ir con cuidado. Todo el mundo da por hecho que vas a ganar por el hecho de que ellos van últimos y nosotros venimos de dos victorias seguidas, pero hay que ser cautos.