La tormenta que azotó La Romareda el pasado domingo provocó numerosos destrozos. Un accidente perjudicial para la salud del fútbol y, sobre todo, para los intereses del Real Zaragoza. Muchos daños son irreparables, como esa segunda mitad que jamás se volverá a repetir en igualdad de condiciones, o los puntos que, quizás, no se le hubieran escapado al club blanquillo. Sin embargo, hay otros estropicios que sí han podido repararse o están en proceso de ello, como el perdón a Borja que le permitirá jugar en Oviedo.

Tras una reunión celebrada ayer en horario matinal, el Comité de Competición anunció la decisión de retirar la segunda tarjeta amarilla a Borja Iglesias, una amonestación que supuso su expulsión en los últimos instantes de la primera parte. El ariete gallego estará disponible para Natxo González y podrá participar en el encuentro del próximo lunes en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo. Una noticia que produjo satisfacción dentro del club, ya que se hizo justicia ante la realidad incontestable que arrojaban las imágenes y, sobre todo, por aquello que Figueroa Vázquez había reflejado en el acta.

El colegiado enseñó la cartulina roja a Borja por soltar el brazo a un contrario «de forma temeraria mostrando desconsideración con el mismo». Una aseveración que chirría con la actuación que protagonizó el guardamenta Stole Dimitrievski, tras simular un codazo de su compañero de profesión a la salida de un córner. Pese a la conformidad unánime por la decisión final, el club presentó ayer una nueva alegación por la primera amonestación que vio el punta de Santiago de Compostela. El Comité de Competición desestimó ayer el recurso y el club blanquillo acudirá a Apelación para tratar de que se actúe conforme a lo que la entidad aragonesa reivindica. Según el acta, Borja fue amonestado por protestar una decisión arbitral, algo que no casa con lo acontecido. La sanción se produjo por obstaculizar un saque de falta a favor del conjunto tarraconense y no como Figueroa Vázquez manifiesta en el documento redactado en su vestuario.

Dentro del club se espera que Apelación resuelva los casos conforme al notable contraste entre el acta y las pruebas videográficas disponibles. También se acudirá a esta institución para tratar de anular la cartulina amarilla que vio Aleix Febas en el ecuador de la primera mitad. El árbitro sevillano señaló que el jugador zaragocista fue amonestado por protestar una de sus decisiones, concretamente tras recibir una falta en la banda izquierda de su propio campo. El ilerdense sufrió una entrada más para su amplia colección, algo que lo dejó tumbado sobre la lona. Después de incorporarse lentamente realizó un gesto de negación con la cabeza al no haber castigo alguno para el adversario tras esa acción, algo que Figueroa Vázquez interpretó como una protesta. La resolución final se conocerá entre el jueves y el viernes, unas fechas donde los jueces de Apelación se reunirán para dictaminar un veredicto final sobre la resolución de ambos casos.

El comité ha solicitado al Real Zaragoza y a las autoridades correspondientes una documentación más exhaustiva de aquello que aconteció en las entrañas de La Romareda con Luis Carlos Cuartero. Los jueces del comité han solicitado el testimonio de aquellas figuras que puedan arrojar algo de luz sobre aquello que el colegiado andaluz reflejó en el acta del encuentro. En ella se asevera que el ejecutivo aragonés siguió a los árbitros hacia el vestuario mientras les recriminaba su actuación.

El club está a la espera de conocer la resolución final sobre Cuartero una vez habiendo cumplido con las todas exigencias de la institución futbolística. Una circunstancia que ya se vivió en Los Pajaritos, donde el colegiado López Amaya redactó que el exjugador les había increpado en los túneles de vestuario con acusaciones sobre su actuación. En esta ocasión, no acarreó multa alguna y el caso fue archivado al considerar que no había suficiente claridad sobre los hechos como para tomar una decisión. Luis Carlos Cuartero se enfrenta a una sanción económica, aunque dentro del club se espera que la situación quede como todo lo acontecido en el partido ante el Nástic. Un suceso para olvidar.