Se pueden buscar todas las explicaciones que se quieran, empezando por la indiscutible de las ausencias, demasiadas en una plantilla corta, que acumula el Real Zaragoza, pero resulta palmario que el equipo que dirige Ranko Popovic se ha parado, se ha atascado del todo, con tres puntos de los últimos 15. Conserva la sexta plaza, pero necesita reaccionar, salir del túnel en el que vive desde aquel triunfo en El Sadar, colofón a un pleno de cuatro que tanta ilusión despertó. El Sardinero (12.00 horas) es el escenario donde el conjunto zaragocista tratará de buscar la luz, de encontrar una victoria que frene los nervios y rebaje la palabra crisis. Y es que salir del feudo del Racing, recién ascendido, en descenso y el peor local de la categoría, sin los tres puntos en el zurrón aumentará la sensación de angustia.

De hecho, la actual racha, la peor del curso, no ha tenido más eco en el nerviosismo del entorno por esa plaza de promoción que aún conserva. Hoy, la Ponferradina, el único rival que puede arrebatarle ese sexto puesto al final de la jornada, recibe al Valladolid, tercero, por lo que no es descartable que si el Zaragoza pierde se mantenga en playoff. Sin embargo, prolongar este mal momento sería del todo nocivo para un equipo falto de confianza y lleno de dudas. Además, ayer vencieron perseguidores como el Leganés, el Numancia, ahora ambos a dos puntos, el Alcorcón y la Llagostera, a tres.

Santander es un terreno propicio en los últimos tiempos en Primera, pero donde nunca venció el Zaragoza en Segunda. Es verdad que acude con muchas bajas, con una enfermería a la que se sumó esta semana y para dos meses Eldin Hadzic, uno de los jugadores más importantes en ataque. Es verdad que son hasta siete las ausencias y que solo acude con 11 fichas profesionales, una de ellas, la de Rubén, casi testimonial tras cuatro meses fuera, por lo que el margen de maniobra de Popovic es limitado y siempre con la obligación de tener al menos siete de ellas sobre el campo. Nadie va a discutir esas circunstancias, pero tampoco que elevar a seis las jornadas sin vencer sería ahondar en la crisis, que no entiende demasiado de atenuantes.

CAMBIO EN EL RIVAL

El Zaragoza, de escuálida imagen viajera (14 puntos y 28 goles encajados en 14 partidos) y de mal rendimiento matutino, debe sobreponerse a los problemas, no le queda otra. El Racing aguarda con la mejoría que ha propiciado el cuerpo técnico integrado por Pinillos, Munitis y Colsa, con 4 puntos de los últimos 6 como botín, y con una colección de problemas institucionales que desde hace tiempo amenazan de forma clara su futuro.

Con el fantasma de la liquidación, con los problemas de pago a la plantilla, con la deuda de Hacienda, con una vital ampliación de capital en pleno proceso... El Racing trata de salir de una crisis brutal que le llevó a Segunda B, de donde retornó en junio pasado. Solo 16 puntos ha sumado en su feudo de los 45 que puso en juego, con cuatro empates y siete derrotas en 15 citas en El Sardinero. Ganar allí, se mire por donde se mire, es obligado para el Zaragoza, que necesita ver la luz.