"Nos espera un partido muy duro en Vitoria". Leandro Cabrera, al igual que ayer hiciese Albert Dorca, ha reconocido este mediodía en rueda de prensa la dificultad del encuentro que el Real Zaragoza deberá afrontar el próximo domingo ante el Deportivo Alavés, en Mendizorroza. Así lo valoran los jugadores del equipo aragonés, que son conscientes de que "no nos espera ningún partido fácil de aquí a final de temporada", según señala el propio defensor uruguayo.

En el duelo en la capital vasca, los blanquillos esperan un partido disputado, igualado y de intensidad, en el que primará mantener el orden, tener el control del partido y evitar errores, lo que Cabrera define con esta gráfica frase: "El que se despiste una vez, se irá a llorar a casa". Eso lo tienen claro los zaragocistas, quienes "con un grupo comprometido y más compacto" en los últimos partidos, como señala el central, irán a Vitoria a buscar tres nuevos puntos.