Números mandan. Tres victorias consecutivas, 13 puntos de 15, el mejor equipo de la segunda vuelta en la parcial tabla. Son los datos del presente que poco tienen que ver con esas sensaciones que atraparon al Zaragoza en el comienzo de la Liga, aquellas que lo sedujeron con artificio para llevarlo hacia la zona de la necesidad. Hoy el equipo es bien otro. Dicen que menos bonito, más compacto y efectivo en cualquier caso. Su triunfo ante el Oviedo ha recogido los elogios de algunos veteranos con peso en la historia del club, que hoy dicen en voz alta que el Real Zaragoza se ha ganado el derecho a soñar, a creer, a saber que está entre los candidatos al ascenso. Ponen muchos factores a su favor y una única premisa: debe mantener la línea del último domingo.

Tirando de experiencia comienza Manolo Villanova, exportero del Zaragoza, exentrenador, exsecretario técnico, tantas cosas. «El equipo ha mejorado mucho en conjunto. Ante el Oviedo, colectivamente hizo su mejor partido. Tiene gran importancia que el entrenador haya dado continuidad, sin tantos cambios de un partido a otro. Ahora ya hay un equipo titular y eso transmite mucha confianza a los que están jugando, más si se gana. Fortalece el juego colectivo y se adaptan mejor los mecanismos del juego. En el fútbol siempre se pasa del blanco al negro, pero si el equipo mantiene esta línea, veo muy factible que entre en la promoción».

En una evaluación similar está otro que guardó la portería de La Romareda, Andoni Cedrún. «La cruda realidad la cuentan los números. Lleva cuatro triunfos seguidos en casa y tres consecutivas. Y el partido del domingo tuvo un valor añadido respecto a anteriores victorias porque ante el Oviedo no concedió ocasiones. Ese es el perfil de partido que necesita el Zaragoza. Antes ganaba, pero en un intercambio de golpes como los boxeadores. Este domingo jugó también sin balón y logró que el Oviedo pareciese un equipo pequeño», dice el vasco, que confiesa que se ha despertado a la ilusión: «Soñar es muy bonito, más cuando llevamos cinco años sin ver la luz. ¿Por qué no podemos ver la luz? Que nos dejen correr las cortinas. Yo estoy ilusionado porque jugando como ante el Oviedo es un candidato claro. Natxo González también ha cogido una buena línea, sin tantos cambios».

Otro exfutbolista de progenie zaragocista, Jesús García Sanjuán, arranca sus razones en el punto final de Cedrún: «En el momento que se ha centrado el entrenador y ha dejado de hacer tantos cambios, las cosas van mejor. Eso no es casualidad. Ahora se mete definitivamente en la pelea. De hecho, ya está metido. Ha cogido velocidad en el momento adecuado y el objetivo ha quedado claro. A veces es mejor venir desde atrás. Cuidado con el Huesca, por ejemplo, porque dos derrotas seguidas crean dudas. Tampoco es lo mismo que te persiga el Numancia o el Lugo que el Zaragoza, que además contará en su momento con los 35.000 aficionados de La Romareda».

En ese agente ambiental encuentra un sólido argumento optimista Miquel Soler, futbolista del Zaragoza entre el 96 y el 98, hoy reputado comentarista de beIN Sports. «El equipo debe utilizar el factor campo, que puede ser muy bueno para los jugadores. Ya se sabe que hay que tener personalidad para jugar en determinados sitios, que no todo el mundo vale para jugar en equipos como el Zaragoza. Pero los futbolistas deben aprovechar esta dinámica porque es en estos momentos cuando pruebas cosas que antes no intentabas y sabes que te van a salir. Para mí La Romareda puede dar un plus. Se nota que ahora tiene más confianza, que es más ambicioso. Ahora mismo puede creer en todo».

Jofre Mateu es una de las voces conocidas de los partidos del Zaragoza en televisión. El comentarista de Gol, que estuvo a punto de firmar por el el club aragonés el año que llegó Savio (2004), dice que el equipo tiene, «por supuesto», licencia para soñar. «Por fin está donde pretendía. Podía haber llegado antes con un poco de suerte porque ya tenía fútbol, pero era muy alegre y eso tiene penalización. Ahora le viene una salida importantísima, pero tiempo queda de sobra y en La Romareda se ha hecho muy fuerte. Los equipos que van ahora allí ya saben que van a sufrir».