El inoportuno desacuerdo con Sergio Gil ha alterado los días previos al partido que el Real Zaragoza debe jugar esta tarde en El Alcoraz, un encuentro vital, diferente, una cita que llevó a Lluís Carreras a expresarse en términos absolutos. "Creo que no hay nada ni nadie más importante que el escudo y el club. Es una cita trascendental para nosotros porque el devenir de esta jornada puede marcar muchas cosas, no digo definitivas pero casi. Nunca me he atrevido a hablar de manera tan contundente, pero el espacio es muy corto. Si antes había un margen de rectificar algún error, ahora ya no lo hay. Es un partido extremadamente importante".

La visita a Huesca llega en un mal momento para el Zaragoza, todavía lacerado por la derrota ante el Nástic, sobre todo por la embestida arbitral. "Nunca se olvidan depende de qué injusticias, pero no queda otra que dejarlas a un lado. Hay tres fases en un partido: el prepartido, el partido y el postpartido. A mis jugadores les digo que se olviden del post, que lo importantes es preparar el siguiente partido. Lo demás no sirve para nada, solo para tertulias de bar".

Puede ser un mal momento anímico para el equipo de Carreras, que debe levantarse en solo cuatro días. Pese a ello, el trabajo psicológico no ha sido muy distinto. "Cuando se gana, también hay que hacer las charlas diferentes. Al final, hay que animar, preparar bien al jugador para afrontar mejor el partido. Pero no más que otros días, aunque sí hemos tenido menos tiempo".

A la derrota ante el Nástic y el inconveniente empate en Soria, el Zaragoza debe unir hoy su posición en la tabla. Después de varias semanas, el equipo empieza un encuentro fuera de la zona de promoción de ascenso. "Lo normal desde que estoy aquí es jugar los partidos estando fuera del playoff y muchas veces los hemos sacado adelante. Será un partido caliente, de rivalidad. Tenemos que pensar en nosotros y en lo que te puede hacer el rival, en nada más", dijo el técnico en referencia al colegiado.

Respecto al fútbol, Carreras adelantó que la intención de su equipo es llevar las riendas del encuentro. "Espero un partido en el que podamos tener el control de la situación, en el que podamos jugar bien al fútbol, en el que podamos generar situaciones de gol y definirlas, en el que seamos fuertes en las vigilancias defensivas y podamos contrarrestar a sus jugadores importante. No se pueden controlar los partidos al 100%, pero si tuviéramos el control en un 60%, estaría muy satisfecho".

Unas horas antes que Carreras, en Huesca compareció el técnico del Huesca para afirmar que su equipo se jugaba más que el Zaragoza en este encuentro. "Entiendo a Anquela, pero habría que hacer una encuesta para preguntar a la gente cuál se juega más de los dos. Creo que la pregunta se contesta sola", dijo el técnico zaragocista, que no quiso confirmar los sustitutos de Rico y Javi Ros. El domingo, tras el partido, nombró a Abraham y Diamanka. "El otro día lo dije, sí". Ayer no dijo más.

Habló Carreras también de la manera de afrontar el encuentro de su equipo, del carácter, la energía y la gallardía. "Siempre somos valientes, aunque entiendo que la percepción a veces es otra. El Zaragoza siempre ha sido valiente, estando el entrenador que esté. Otra cosa es que en determinados momentos prefieras replegarte para atraer al ruival y contraatacar, o prefieras tener el control. A veces puede dar otra sensación, pero mis jugadores en el campo quieren estar vivos, ser listos. El equipo nunca pierde la cara".

Respecto al Huesca, se tiene "alguna pista más" por las bajas de Alexander y Arruabarrena, pero "vienen de ganar al líder, tienen un centro del campo que le gusta tener el control y es un derbi y querrán ganarlo".