No es la primera vez que a Paco Herrera no le cuesta apostar fuerte por un canterano. No tuvo en su día dudas con Diego Rico en el Zaragoza, pese a que el burgalés tuvo un lento proceso de maduración con no pocos silbidos de la grada de por medio, y, antes, en el Celta, Hugo Mallo y Álex López, al que ahora tiene a sus órdenes en Pucela, se consolidaron con él, además de hacer debutar a Sergio Álvarez, Santi Mina o Jonny. Mientras, en la UD Las Palmas asentó a Roque Mesa y dio galones de titular a David Simón o a Hernán. En el Valladolid su dedo ha señalado con fuerza a José Arnaiz (Talavera, 15-4-95), la gran sorpresa en este arranque de curso en Pucela.

Herrera le ha dado plaza de titular al delantero talaverano en nueve de las diez jornadas y este ha respondido con cuatro tantos, tres en las últimas dos citas, y dos asistencias. Ha anotado dos dianas ante el Alcorcón y una con el Nástic y otra con el Oviedo, su primera como profesional, mientras que repartió asistencias contra el Girona y el Levante. Una eclosión que ha relegado por ahora al ostracismo a Mata, aunque el técnico justifique esa ausencia en la rotación de delanteros. En un ataque donde están el propio Mata, Juan Villar, De Tomás o Ibán Salvador, que llegó a Valladolid este verano tras rescindir en el Valencia Mestalla, el titular más fijo es José Arnaiz. Herrera, queda dicho, apuesta fuerte.

El técnico catalán ha reconvertido al extremo en ariete para jugar como referencia aprovechando su velocidad tanto en la conducción como en el desmarque. Y el jugador, que hace un año, en el verano del 2015, pidió la carta de libertad al club pucelano al sentir que no tenía un sitio en el filial, ha respondido plenamente a la confianza.

Reubicación arriba

José Arnaiz fichó por la cantera del Valladolid en el 2013 desde la Unión Deportiva Talavera y saltó al Promesas un año después. Con muchos cambios de posición, en puestos retrasados y lejos de la zona de ataque, su lugar natural, por parte de su entrenador en el filial, Rubén de la Barrera, el extremo estuvo a un paso de irse, pero el Valladolid no accedió a su petición y ya el curso pasado logró debutar en el primer equipo. Lo hizo de forma testimonial, con 82 minutos en Liga en 5 partidos, la mayoría de ellos en las tres últimas jornadas.

Sin embargo, la llegada de Paco Herrera ha cambiado la vida del jugador, con contrato en Pucela hasta el 2019. 771 minutos en las 10 primeras jornadas de Liga acumula el futbolista, del que el técnico destaca su capacidad para asimilar conceptos y su espíritu de lucha sobre el campo. José Arnaiz ha aprovechado la oportunidad y ante el Nástic, en la última jornada, hasta anotó un gol de ariete nato, de cabeza (solo mide 1,75), si bien su virtud principal está en la rapidez y en el desborde, aunque ya ha dejado claro que tiene gol y que su reubicación, para pasar de la banda a la punta de ataque, le ha sentado muy bien a su fútbol y al Valladolid. H