No hubo mucho que descubrir en la primera sesión de trabajo de Natxo González en el Real Zaragoza. Una charla, unos rondos con diferentes dificultades y media hora de carrera continua sirvió para romper el verano y acabar con el regusto amargo de la pasada temporada. Casi nada queda del 10 de junio que puso fin al último mal trago zaragocista. Ni hay entrenador ni estrellas de vuelta a las que agarrarse. Queda la ilusión ante el proyecto diferente planteado por Lalo Arantegui, con jugadores más jóvenes y de un perfil físico superior, aunque también anónimos, extraños para una afición que, de entrada, apenas hizo acto de presencia en la Ciudad Deportiva.

Media docena de aficionados apretaron sus caras a la verja con el primer sol de la mañana para ver en qué piernas sueñan el ascenso. Había muchas caras nuevas, y otros a los que se esperaba a quienes el club dio permiso para arreglar otros asuntos. Es decir, para cerrar su futuro en otro lado. Es el caso Manu Lanzarote, por ejemplo, que en su momento aseguró que el día 10 estaría entrenando en Zaragoza sí o sí y ayer estuvo ausente. Como Fran, que se marchará al Almería; o como Jorge Ortí, a quien se le han acabado las oportunidades en casa.

El primer entrenamiento se prolongó durante hora y media. Había más trabajo por la tarde y continuará hoy a las 9.30 horas. Son ciclos cortos de tres sesiones que repetirá hasta el sábado, antes de partir hacia la concentración de Boltaña el domingo, donde el equipo convivirá durante seis jornadas. El nuevo entrenador zaragocista no pudo contar con seis futbolistas, que se ausentaron de la sesión para someterse a las primeras pruebas médicas de pretemporada: Javi Ros, Ángel Martínez y Jesús Valentín, en un primer turno, y Ratón, Eguaras y Raí, posteriormente. También anduvo de reconocimiento Borja Iglesias, que sí estuvo en la sesión vespertina y que será presentado hoy por la mañana en La Romareda a partir de las 12.30 horas.

Apareció para echar una mano el centrocampista del Deportivo Aragón Albert Torras, único componente del equipo filial que se ejercitó con el primer equipo, que recibió a primera hora la visita del presidente, Cristian Lapetra; y el director deportivo, Lalo Arantegui. Entre ambos y Natxo González dieron inicio a una temporada en la que todavía tienen que cambiar algunas caras. Faltan seis contrataciones: un portero, un central, dos jugadores de banda, un 8 (Febas) y un delantero. Ayer se pudo ver a Delmás, Lasure y Zalaya, procedentes del Aragón, y a las incorporaciones del mercado estival: Grippo, Ángel, Benito, Eguaras, Buff, Papunashvili y Oyarzun. Quedan por salir algunos que participaron en los primeros entrenamientos como Irureta, Álex Barrera o Edu Bedia.

La mañana dejó una visita de lujo en la Ciudad Deportiva, Nayim, que acompañó a su hijo Yusef y a un futbolista marroquí, Hachim, al entrenamiento del filial. Ambos estarán a prueba unos días antes de decidir si se incorporan a la disciplina zaragocista. El hijo del héroe de París, «centrocampista como yo pero de otras características, más rapidito», ya estuvo en la cantera del Villarreal.