Mas de dos meses lleva ya el Zaragoza sin ser capaz de ganar en La Romareda, donde se ha abonado a las tablas, ante Llagostera (2-2), Lugo (0-0), Alcorcón (1-1) y Sporting de Gijón (1-1), por lo que hay que viajar al 7 de febrero para contemplar el último triunfo zaragocista ante su gente, en la goleada en la jornada 24 ante el Barcelona B por 4-0 el 7 de febrero. Y lo peor no es el dato, ya malo de por sí, ni siquiera tampoco que la cierta seguridad que el equipo exhibía en su feudo, con ocho triunfos, tres empates y dos derrotas en 13 citas cuando derrotó al filial blaugrana se ha ido perdiendo para que La Romareda deje de ser el vivero de puntos del cuadro aragonés, ahora mismo el octavo mejor local del campeonato. Lo peor es que el equipo ha agotado la paciencia de una grada comprensiva con los problemas y las crisis, pero que le ha avisado a los suyos en los tres últimos partidos, y con intensidad creciente en los silbidos por el mal juego, de que todo tiene un límite.

Tiene que retomar el Zaragoza la senda victoriosa en La Romareda en las cuatro citas que restan en el Municipal (Numancia, Albacete, Mirandés y Las Palmas) si de verdad quiere terminar de agarrar ese tren de la promoción. Solo Osasuna y Barcelona B, que tampoco ganaron en sus duelos de ayer en El Sadar (1-1 ante el Numancia) y el Mini Estadi (1-2 con el Betis), llevan más tiempo que el Zaragoza sin vencer como local. En concreto, desde la jornada 19 los navarros y desde la 21 el cuadro azulgrana.

LOS PRECEDENTES La actual racha casera es la peor de la temporada y hay que viajar al curso pasado para ver un precedente más malo. Hasta cinco citas en la Romareda seguidas estuvo el Zaragoza, cuatro con Herrera, ante Hércules (0-0), Barça B (0-2), Castilla (0-2) y Mallorca (1-1) y una más con Víctor con el Deportivo (0-1) antes de que cayese el Eibar en el Municipal. Mientras, en la 12-13, con Jiménez y en Primera, fueron hasta nueve partidos seguidos sin ganar en casa.