El Real Zaragoza se ha encontrado con un importante problema en el centro de la zaga. El pobre rendimiento exhibido sobre todo por Jesús Valentín ha hecho que el club entienda necesario buscar otro jugador para ese puesto antes de que se cierre el mercado de fichajes el próximo 1 de septiembre. Valentín partía como teórico tercer central de la plantilla tras Grippo y Verdasca, pero la bisoñez del portugués le ha hecho subir un escalón y ha puesto en el foco al canario que, hasta ahora, ha estado por debajo de las expectativas.

Ese es el origen del problema. El Real Zaragoza fichó al suizo Grippo hace ya unos meses. Es un central sobrio, de un perfil comparable a Marcelo Silva, sin salida de balón, y es titular indiscutible en este equipo, el único que ha cumplido con lo que podía esperarse de él. Para acompañarle Lalo Arantegui buscaba un jugador sólido, con experiencia, hecho en la categoría. El elegido fue Bruno Perone, central del Nástic, de 30 años, pero su fichaje no llegó a materializarse por la falta de acuerdo entre el futbolista y su club para pagar la desvinculación, puesto que le quedaba un año más de contrato.

En cuanto se rompió la posibilidad de incorporar a Perone, el club aragonés contrató a Diogo Verdasca. Procedente del Oporto B, llegó con la carta de libertad pese a haber firmado en los últimos meses una renovación multianual con el club luso. Verdasca es lo opuesto a Perone: 20 años y totalmente inexperto, puesto que ni siquiera llegó a debutar con el primer equipo del Oporto. Ese giro radical en la dirección del Real Zaragoza fue el que desembocó en la titularidad de Jesús Valentín. Porque Verdasca no convenció con sus actuaciones de pretemporada a Natxo González. El portugués llegó fuera de forma a Boltaña y ha sido de los que más errores ha cometido a lo largo de los bolos veraniegos. El cuarto central, Álex Zalaya, procedente del filial, ha contado poco para Natxo González.

Verdasca lideraría un hipotético ránking de errores en la defensa aragonesa, pero Jesús Valentín aparecería en segundo lugar. Y no solo en los encuentros amistosos, donde la defensa aragonesa ya dio muestras de ofrecer excesivas grietas. De hecho, en Tenerife es suyo el error en la marca de Carlos Ruiz a la salida de un córner que supuso el único tanto tinerfeño y, en consecuencia, la derrota del Real Zaragoza. Valentín, que llegó en el último mercado invernal procedente del Huesca, donde tampoco era titular, ofreció un rendimiento más que aceptable en las ocasiones en las que le tocó actuar en el equipo aragonés. No obstante, la idea inicial era que esta campaña arrancara como central suplente, pero ha terminado como titular y mostrando unas actuaciones por debajo de su nivel.

Así, el debate sobre la conveniencia o no de fichar otro central se ha convertido en una certeza. El Real Zaragoza necesita otro futbolista para esa zona. El club contrató a Natxo González para que construyera un equipo sólido, al que fuera muy difícil hacerle gol. De momento la defensa del equipo ha generado más dudas que otra cosa y dista mucho de ser una zaga consistente y fiable. La solución pasaría por la incorporación de un nuevo central que aportara lo que no tiene hasta ahora el equipo aragonés. Contundencia, conocimiento de la categoría, experiencia y, si fuera posible, capacidad para dar salida al balón y que el equipo pueda empezar a jugar.