Al Real Zaragoza se le presenta esta tarde una oportunidad de oro para tomar impulso, para alejarse de la amenaza de la zona baja de la tabla y levantar el vuelo hacia cotas mayores. Recibe a un Mallorca (20.30 horas) que se presenta como antepenúltimo en la clasificación empatado a puntos con el Mirandés y ante el que debe refrendar las buenas sensaciones de las últimas semanas con un buen resultado. El equipo aragonés recupera efectivos tras las bajas por sanción de la semana pasada de Cabrera y Lanzarote y César Láinez podrá contar con su once tipo.

El técnico le ha cambiado la cara al Real Zaragoza. En los tres partidos con Láinez en el banquillo el equipo ha sido otro, más decidido, más claro con el balón, mejor ordenado, incluso más efectivo arriba. Pero los errores que arrastra del pasado como su mal estado físico o los problemas interminables en defensa le han frenado y le han impedido sumar más de los cinco puntos que ha logrado en las últimas tres semanas. Objetivamente los resultados no son necesariamente malos, pero la necesidad es tal y la urgencia por salir de abajo tan apremiante que todo parece poco.

De momento son solo cuatro los puntos que le separan del descenso, así que es inevitable mirar hacia abajo y pensar en huir de la quema cuanto antes, para lo que daría un paso de gigante superando al Mallorca. Y, de paso, recuperar La Romareda como punto de apoyo donde sumar de tres en tres. Ese ha sido uno de sus múltiples talones de Aquiles en los últimos meses. En este 2017 el equipo solo ha logrado un triunfo en casa, frente al Numancia, el resto han sido dos empates -el último ya con Láinez- y cuatro derrotas. Razones más que suficientes que demuestran el error de mantener a Agné en el banquillo, decisión que acercó al equipo peligrosamente a los puestos de descenso.

LA DEMOSTRACIÓN / Ahora la mejoría ha sido clara en cuanto al juego, la intensidad y la disposición del equipo, que supera a sus rivales con suma claridad en las primeras partes para perder fuelle progresivamente en las segundas. Así le ha pasado en Elche, frente al Valladolid y en Almería, sumando los tres puntos en el estreno de Láinez y quedándose en el empate las otras dos jornadas. La condición física de la plantilla tiene mal arreglo a estas alturas de la temporada, así que ahí anda Láinez administrando fuerzas y esfuerzos de sus piezas más cotizadas, como Ángel, que ha trabajado a menor ritmo esta semana, o como Cani, a quien el técnico va reservando con la intención de que sea más decisivo.

El técnico dispondrá hoy de todos sus efectivos, por lo que podrá recuperar su once tipo en busca de la victoria, único resultado válido ante el vicecolista de Segunda. El Real Zaragoza tiene la oportunidad de demostrar que ha dejado de ser ese equipo poco fiable capaz de perder en casa del último, como le sucedió en Murcia, o de dejarse los puntos en el último minuto ante un rival con diez, como le ocurrió ante el Sevilla Atlético. El equipo tiene ante sí la ocasión de dar un golpe encima de la mesa y recuperar una parte de su maltrecha autoestima en esta decepcionante temporada. Es el día propicio, frente al penúltimo que solo ha ganado un partido fuera de casa, con La Romareda de su lado y con todos los efectivos disponibles. Es el momento de tomar impulso para levantar el vuelo y no asomarse al abismo.