Pape Diamanka centra la atención esta semana en la enfermería zaragocista, en la vuelta al trabajo hoy del equipo (10.30 horas. Ciudad Deportiva). El centrocampista senegalés, absolutamente vital para Ranko Popovic desde que entró en el once en Lugo, fue baja ante el Valladolid por una elongación en el bíceps femoral izquierdo que sufrió en la recta final del duelo en Mallorca. Diamanka pidió el cambio en el minuto 82 de esa cita ante el conjunto balear al notar molestias en la parte posterior del muslo.

El jugador se probó en el entrenamiento del viernes, dos días antes del duelo ante el conjunto pucelano, y persistía el dolor, por lo que Popovic decidió no arriesgar con su presencia. En principio, las molestias del futbolista han mejorado, pero no será hasta su incorporación con el grupo cuando se pueda asegurar totalmente su presencia en Alcorcón. No está previsto que hoy Diamanka haga la sesión con el resto del grupo, como mucho solo una parte, y su incorporación a la normalidad a lo largo de la semana será progresiva, aumentando día a día las cargas de intensidad, aunque tanto el cuerpo técnico como el médico son optimistas en que el jugador llegue a tiempo a la cita en el Municipal de Santo Domingo.

IR CON CUIDADO

Sin embargo, la precaución va a ser la nota dominante. Una elongación no deja de ser el aviso de una posible rotura y la musculatura de Diamanka ya ha dejado claro que, cuando las cargas de intensidad son elevadas, hay que saber dosificar sus esfuerzos. Popovic fue con precaución con él en la pretemporada, donde el jugador, quizá por esa intensidad del trabajo, no dejó buenas actuaciones en los amistosos veraniegos y también en el inicio de curso, donde el serbio tardó mucho en darle una plaza de titular. No lo hizo hasta Lugo, hasta la sexta jornada. Desde entonces, el senegalés ha sido siempre titular en Liga, salvo en Mallorca, siete veces en total, de las que en 5 fue relevado en la segunda parte.