En la continuidad del Zaragoza en Segunda hay un componente económico que supone el verdadero drama de esa permanencia. Es verdad que el Zaragoza merece estar en Primera por historia y afición, pero es que por economía necesitaba ese ascenso, que suponía vivir una nueva realidad y subsistir con los recursos propios. Ahora, vuelve a estar la existencia del club amenazada, con muchísimas estrecheces y problemas. En términos contables, continuar en la categoría de plata del fútbol español va a suponer para el club un déficit contable de 10 millones de euros en el próximo ejercicio, en el curso 2015-16.

La gran mayoría de esa cantidad corresponden a obligaciones de pago por la deuda heredada, por la deuda que tenía el club el verano pasado cuando la Fundación Zaragoza 2032 se hizo cargo del paquete mayoritario que tenía Agapito Iglesias. Esa deuda, a 30 de junio de 2015, rondará los 93 millones cuando estaba en 106 hace un año. Sin embargo, el peso de las obligaciones adquiridas es asfixiante.

4,3 PARA HACIENDA

Así en esos 10 millones están los 4,3 que hay que pagar durante la próxima temporada a Hacienda. 1,4 de ellos en septiembre y 1,4 en marzo, como parte del convenio singular firmado con la AEAT en enero por una cantidad de 22,5 millones. El resto hasta los 4,3 corresponden a la denominada deuda histórica. Y es que en ese convenio no están otros 8 millones que correspondían a aplazamientos a largo plazo. Se pueden incorporar en cualquier momento a ese convenio, en las mismas condiciones, abonando un 20% de inmediato y el resto sumados en los pagos establecidos. Sin embargo, no se va a hacer de momento y el pago de esos 8 millones comienza este 30 de junio repartido en mensualidades durante tres años.

Para completar los 10 millones hay que añadir deudas con acreedores y proveedores y los aplazamientos de indemnizaciones en las cantidades pactadas con Movilla, Paredes, unos 525.000 euros en cada caso, y Manolo Jiménez, unos 300.000. El club cree que ese déficit de caja de diez millones lo va a poder refinanciar seguro en un porcentaje del 50%, pero para el resto solo hay dos vías, o bien nuevas aportaciones desde la Fundación, que ya lleva 13,5 millones inyectados en el club a través de diferentes fórmulas, o bien con la generación de ingresos extraordinarios, entre los cuales el primero que surge es el traspaso de futbolistas, con Vallejo como la pieza más codiciada en el mercado. La posición del club es la de no financiar esa deuda con esos traspasos, pero no se esconde que no quede más remedio que hacerlo.

En las cuentas de la entidad el presupuesto para la próxima temporada en segunda va a rondar los 9 millones. En torno a 4,5 serían de los derechos televisivos si se aprueba ya la entrada de la venta conjunta, mientras que por abonos se sacó el año pasado 2,7 millones, cantidad que se confía en superar.

En cuanto a los pagos inminentes, el club cree que no va a tener problemas para concluir la temporada con todas las obligaciones cerradas, también la de abonar la segunda parte de la ficha a los futbolistas.. En las últimas semanas ha habido algunos retrasos en algunos pagos, pero también porque el club estaba pendiente de otros ingresos que también se retrasaron.

EL CONCURSO

El Zaragoza vive en esta temporada la última antes de la activación del concurso de acreedores, porque el descenso a Segunda en el 2013 supuso una paralización de tres años del convenio, que se activará el 1 de julio del 2016, tanto si se vuelve a la élite como si no se logra ese objetivo en junio del año próximo. La primera campaña (16-17) de las ocho en las que está establecido el convenio supone un pago de 1,4 millones, aunque el club va a intentar negociar con todos los acreedores que entraron en el concurso.