A pocos días de que arranque la competición oficial, el Real Zaragoza hizo ayer oficiales los dorsales que lucirán los jugadores para el próximo curso. Poca sorpresa hay, sobre todo porque a lo largo de los seis compromisos de pretemporada que ha llevado a cabo el equipo ya se han visto los números y no hay cambios significativos. Además, contra el Eibar en el Memorial Carlos Lapetra, el Real Zaragoza estrenó la serigrafía oficial. Este año, como novedad, será uniforme para todos los equipos con ánimo de facilitar al espectador la identificación de los futbolistas.

A pesar de ser jugadores a todos los efectos de la primera plantilla, Raí y Zalaya tendrán ficha del filial para que sus salarios no repercutan en el margen salarial disponible. El club anunció en un primer momento que Delmás también estaría en esa situación, pero finalmente rectificó y el canterano lucirá el número 22.

Como ya habían avisado Lalo Arantegui y Natxo González, los descartes no tienen dorsal y no serán inscritos para jugar. Así, Irureta deja el 1 en los guantes de Cristian Álvarez y Lasure hereda el 17 de Xumetra. Los números de Álex Barrera (20) y Edu Bedia (24) se quedan libres y podrán ser utilizados por los próximos fichajes (si llegan) del club aragonés.

Distinto es el caso de Wilk. El polaco está en Zaragoza recuperándose de su lesión de rodilla y en enero se decidirá si se le tramita la ficha federativa. Aún así, el número 6 lo lucirá Grippo. Además, Valentín cambia del 22 al 4, Javi Ros (10) y Zapater (21) son los únicos que mantienen su número y Ratón lucirá el 13 después de llevar el 30 durante la campaña pasada.

Por su parte, Borja Iglesias y Pombo tendrán la responsabilidad de llevar el 9 y el 8 respectivamente. El primero llevará en sus espalda el icónico número del goleador y afronta su primer curso en Segunda con la ilusión de superar a Ángel, su anterior propietario. El canterano tiene la difícil tarea, a la par que bonita por todo lo que significa, de heredar el dorsal de Cani.